7: Conociendote (1/2)

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La suave brisa golpeaba su rostro trayendole calma y haciéndole sentir menos tenso.

Giró sobre si mismo para ver a su acompañante, encontrando una imagen que le hubiera gustado enmarcar en un cuadro.
El azabache tenía los ojos con las pupilas dilatadas y su rostro cubierto descuidadamente de algodón de azúcar color rosa.

—Te gusta mucho el algodón de azúcar, ¿eh?—

—¿A quien no le gustaría?—

—Jeje, tienes razón—

Tomo un pañuelo que tenía en su bolso y acercó su mano hacia el rostro del de ojos verdes para limpiar —literalmente— la mitad de su rostro que se había manchado, por su descuido al comer.

Dicho acto sorprendió a Inosuke que se puso alerta y se alejó considerablemente del pelirrojo.

—Solo quería limpiarte.—le sonrió con dulzura al ver que se alejó como un gato asustado al conocer algo nuevo.—


Normalmente fingía superioridad pero en realidad sólo era un poco orgulloso e inmaduro, fácilmente se avergonzaba de cosas como está."


Aún desconfiado y evitando la mirada zafiro, el pelinegro se acercó y dejo que limpiarán su rostro antes lleno de una pegajosa mezcla de azúcares.

—¿A donde vamos ahora, Monjiro?—

—¡Es Tanjiro!—soltó un "grito" que más que regaño parecía ser un reproche divertido.—

—Si, si, ¡vayamos allá,  Kentarou!—Hashibira tiro de la manga de su suéter, dirigiéndolos a la famosa "Montaña rusa" para desgracia de Tanjiro.—

-—Inosuke, espera!...¡Oye!...¡Te dije que esperes!—se deshizo de su agarre y luego se encogió en su lugar.—

El de ojos jade lo miro levemente sorprendido.
En estos últimos días que había estado frecuentando al pelirrojo de la cicatriz y tratando de llevar a cabo su plan, nunca lo llego a escuchar levantar la voz con ese tono...ese deje de...miedo.

—¿Que...que pasa?—

Trago grueso, resignandose a contarle sobre su miedo a Inosuke.

—Y-Yo solo...es que...me dan...miedo los lugares altos...—

—¿Umh?—el azabache hizo un sonido de no entender, dado que, el pelirrojo susurró la última parte con una voz muy baja.—

—Que...m-me dan miedo las alturas—hablo sutilmente, pero lo suficientemente fuerte como para ser oído solo por su acompañante.—

Tanjiro se reprochó a sí mismo por la tembladera de su voz al hablar. El siempre era muy alegre y confiado, siempre agradable y de ayuda a los demás.
Asi que, pocas veces se había expuesto ante alguien, y además...¡Recién lo conocía!

Hey, pelirrojo! (Inotan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora