♧N°13♧

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Él estaba solo.
¿Lo estaba o simplemente se sentía así?
¡Déjenme solo! Gritaba antes de perderse.
Sí, se sentía así.

¿Pero que sabían los demás?
Si las grietas en las paredes
envidiaban a las de su corazón.
Y el mundo seguía girando,
alrededor de la misma mierda.

Una dulce tiranía lo consumía.
Oh, sí.
El mundo tiraba despiadamente de los hilos
y él se arrastraba en terreno desconocido.

Todos los senderos habían desaparecido.
Y sucumbió;... tan profundo.
Solo quedaba la fosa,
aquella que creó para no ser hallado.
Sobre todo por ella.

El secreto del todo era el dolor.
Sabías que te importaba cuando dolía,
acuchillaba el núcleo y lo hacía trizas.

La clave estaba en el cabello.
Ese oscuro irresistible,
ese liso que se escurría entre los dedos.
Solo acaricias el cabello
de quien tiene una parte de ti.

La chispa residía en los labios.
Aquellos que narraban deseos,
pecados y tonterías.
Dicen que si los mirabas demasiado,
ya habías perdido la batalla.

La fosa ya no ayudaba.
Porque ella estaba ahí,
susurrando en su mente.
Pidiéndole volver.

Dicen que mientras duermes,
tu mente responde a voces especiales.
La jodida realidad cobró sentido,
cuando él abrió sus ojos.

Dolía verla llorar en su regazo.
Algo vibró dentro de él,
cuando tocó su cabello.
Sus ojos al encontrarse, hicieron clic y entonces, ella lo cambió todo.
Murmuró que lo amaba.
Y él no volvería a irse.

¡He vuelto!

Att: S

Of tears and broken soulsWhere stories live. Discover now