♧N°46♧

4 1 0
                                    


El trato que firmamos con el mundo por respirar está podrido.
Hay quiénes desde su nacimiento
no tienen idea de qué es recibir,
solo conocen el vacío
del despojo.
Te quitan, te quitan, joder.
¿No estarán cansados de eso,
no querrán dar?
No... es que ellos ya regalaron su alma,
no queda nada valioso allí.
Ese es el problema
de no soltar un poco,
puedes llegar a tener tanto
y, al mismo tiempo,
ser consumido
por una oscuridad avara
e insaciable que con una navaja
te corta tanto, haciéndote sangrar
a proporciones tan grandes,
que incluso drena tú capacidad de sentir dolor.
¿No es mejor así? Dirán algunos.
Permítanme aclararlo, queridos lectores.
El dolor, pese a lo desgarrador que llega a ser, nos otorga el don de empatizar y comprender lo que ocurre a nuestro alrededor...
¿qué es lo hermoso de esto?
Tomarte a ti mismo y recrear sentimientos ajenos como si fuesen los tuyos propios.
¡Una jodida maravilla!
Das una parte de ti
al entender el dolor
o la alegría de alguien más.
Y recibes un fragmento de ese alguien
cuando decide compartir
todo ese regalo contigo.
¡Empiecen a dar, joder!
¡Y reciban, sin miedo!
La muerte es la única
que les quitará todo.
Y odiaría pensar
que no dejaron un pedazo de ustedes
en alguna mente que disfrute de
recordar y hablar con ese pedazo.

Bonus dobleeeeee, ¡sofi encesta!
Despertarse tarde como que inspira.

Att: S

Of tears and broken soulsOù les histoires vivent. Découvrez maintenant