♧N°43♧

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¡Carajo, mood reflexión!



No.
No te atrevas a hacer eso...
A mirarme y juzgar
lo que soy.
¡No!
Tampoco oses
minimizar mis triunfos,
ni amplificar mis fracasos.
¿Quién te ha otorgado el martillo
que te hace creer que puedes
darme un veredicto
sobre aquello en lo que
trabajo, indago y disfruto
de mí cada día?
¿Hay acaso en tú cabeza una manecilla ambiciosa
que gira hasta dar
con lo que es real y no?
Dios, camino entre una horda
de sacos rotos
que aspira descoserme a mí.

No me interesa en lo más mínimo
complacer tus caprichos
respecto a:
《Quién debería ser》
¿Desde cuándo mi jodido problema se convirtió en el tuyo también?
Dególlame
y
liquídame
en tú patética
burbuja silenciosa.
Eso es mejor
que emitir palabras
que no te harán bien
ni a mí tampoco.
Podrías terminar condenándote
al tratar de dañarme.
¿Pero es el precio que ustedes los jueces están dispuestos a pagar, eh?
¿Aun si, mirando atrás, tuvieron jueces propios a los que sobrevivieron y dejaron en ustedes una quemadura que aunque ya esté cicatrizada, es visible?

Sé que paso por tú lado
en una pose altiva
y tal vez lo interpretes como arrogancia.
No es mi deber hacerte comprender,
que hace mucho la vida me golpeó
como a un saco, tirándome casi inerte.
Ni que en una milésima de segundo
en ese trayecto retorcido
no quería levantarme,
porque cuando te acostumbras
a solo tenerte a ti
los demás te inspiran profundo miedo
y el más confuso recelo;
como una expectativa
que te sobrepasa.
¡Y mucho menos esas noches!
Donde un ser especial
me tendía la mano
y regalaba sonrisas llenas de paz
sin esperar nada a cambio.
Todo fue aterrador.

A las dos de la mañana,
yo murmuraba:
《Deja de respirarme en el cuello》.
《No puedo》respondía el cambio,
《soy inevitable》.
Y tuvo razón, lo era.
Pronto empecé a hablar conmigo mismo
y a perdonarme tantos detalles
que antes hallaba ridículamente culposos.
Y es que, llegada la hora de la verdad, todos debemos perdonar a alguien que nos importa realmente...
¿Te imaginas, querido juez?
Ser consumido por el orgullo
es una barbarie humana.
¿Acaso alguien puede disfrutar sentir como un hierro caliente hace brasas su garganta tan solo por haber dejado ir a alguien?
Si yo no podía perdonarme,
no lo lograría con otro ser,
¿quién nos ha nombrado Dios, para concedernos tal lujo bélico
al castigarnos sin compasión?

Entonces, ¿estás dispuesto a que te arranque esa venda?
Debes tener lindos ojos,
que podrían admirar
hermosas perspectivas
si tú quisieras...
Permíteme alejarme en paz de ti
si optas por seguir así.
Y si no,
mírame
y
hazlo de nuevo.
Ahora,
mírate
y
no dejes de hacerlo.
¿Te aseguraste de ver la belleza inesperada?


Dedicado a Sthefanie, usted inspira🐾
(nada de esto existiría sin ti)

Att: S

Of tears and broken soulsDove le storie prendono vita. Scoprilo ora