120. OPINIÓN [Lorenzo/Gabo]

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*soy malísima para la comedia
(っ˘̩╭╮˘̩)っ, pero espero te guste @7u7Naty7u7 y si no, perdón ( ≧Д≦)

—No va a pasar nada. Florencio ha de estar descansando y ya no hay nadie aquí. Si alguien viene, Lucas va a avisarnos.

—Pensé que estábamos saliendo en secreto. Yo no les he dicho a Dedé ni a Ricky.

Lorenzo apretó su mano. Luego del castigo impuesto por Isabel, se habían conocido (y de qué maneras), y la relación dio inicio, pero ninguno quería hacerlo de conocimiento público, ya que no querían problemas con el equipo.

—Le dije que le haría una broma a Ricky y está cuidando que no venga nadie. Relájate, lo tengo todo bajo control. O,— Lorenzo cruzó los brazos, cambiando su expresión— no quieres estar conmigo. ¿Es eso? ¿Es más interesante estar con tus amigos?

Gabo sonrió, y le acarició el rostro a Lorenzo.

—No quieras manipularme para que me sienta mal y apoye tu mala idea de estar juntos en el vestuario, boludo. Conozco todos tus trucos.

Lorenzo lo fue empujando a los lockers, su figura fue opacada por la más grande, y de repente, se habían centrado en una sesión de besos que parecía subir de temperatura. Maldición, siempre caigo en sus juegos, Gabo pensó cuando Lorenzo acarició su ombligo y le mordió el labio. Con los ojos cerrados, el momento en el que la luz alumbró el lugar, pasó desapercibido para ambos.

—Quiero que me expliquen qué está pasando acá, ahora mismo.

Francisco no tuvo que gritar, porque esa autoridad que los años le habían dado, era evidente en su tono. Cuando estuvieron frente a Isabel (con mucha más autoridad que la de Francisco, pues la mujer era estricta en todo sentido), Lorenzo estaba dispuesto a asumir toda la responsabilidad, porque en realidad él tenía la culpa.

—Diego viene en camino y supongo que tendremos a Amelia por medio de una videollamada— Francisco avisó.

En cuanto Diego llegó, Lorenzo se tensó. No quería escuchar otra charla sobre lo problemático que podría llegar a ser. Gabo le acarició los nudillos, y él se tomó la libertad de tomarle la mano. Explicaron lo sucedido, Lorenzo adoró la timidez con la que Gabo contó su parte de la historia.

—Hablaré seriamente con él cuando lleguemos a casa— Diego prometió.

Lorenzo no tuvo la oportunidad de despedirse, y sabía que en los tres días que duraría su suspensión, tampoco tendría forma de comunicarse con Gabo.

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—¿Qué estabas haciendo con Gabo a esta hora?— Diego preguntó en cuanto la puerta fue cerrada.

—Jugando a las escondidas— Lorenzo rodó los ojos.

Si Gabo y él ya habían contado porque estaban allí, no tenía sentido que su papá quisiera escuchar el relato otra vez. Además de que Isabel dejó en claro que el IAD no era un motel, ¿qué parte su papá no había entendido?

—No te hagas el chistosito, Lorenzo. Puedo pedirle a Isabel que alargue la suspensión. O, ¿se trata de una de tus bromitas? 

Lo que sentía por Gabo no era parte de un plan, ni nada parecido.

—No. De verdad me gusta Gabo.

Diego asintió mientras movía la cabeza. Lorenzo tenía a la mano su celular, acostumbrado a que cada vez que se le ocurría una bromita, su papá le quitara la tecnología.

—Lorenzo, cuando dos personas se aman y quieren llevar ese amor al próximo…

—Papá,— Lorenzo lo detuvo, no tenía dudas de que su rostro imitaba el color de un tomate, y claro, no quería que su opinión sobre el estoico de su padre cambiara cuando él ahondara en ese tema— ya sé lo que sucede. Es el siglo XXI. 

—Tienes que cuidarte y, también, cuidar a Gabo. De seguro, ya te han enseñado sobre el sexo seguro y ...

—¡Papá!— Lorenzo rodó los ojos. No iban a hacer nada que no fuese charlar y abrazarse, solo que, cuando Gabo estaba así de cerca, no podía controlarse.

Lorenzo, sumamente avergonzado, le entregó el móvil y subió las escaleras dos escalones a la vez. Hubiese preferido un sermón.

*¿Quieren saber qué le pasó a Lucas? Se quedó dormido en alguna jardinera jah.

Gracias por leer ^^

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