1. BONDAD [Lorenzo/Gabo]

4.6K 108 12
                                    

Notas: Hace mucho encontré una lista de palabras y me vino la idea de hacer historias basadas en las palabras. Algunas son muy cortas y otras más largas. Son alrededor de 270/300 palabras y trataré de usar todas.

Espero les guste.

////

Bondad era un adjetivo perfecto para describir a su hermano, Sebastián. Y claro, no había habilidad que él no poseyera. Todo el IAD era su amigo. Muchos del IAD lo idolatraban. El desgraciado hasta le quitó el puesto de capitán y el mejor lugar académico.

Lorenzo era más bien la oveja negra. Gracias a sus bromas y/o comentarios, lograba meterse en problemas. Mientras Sebastián era como una nube proveniente del planeta alegría, Lorenzo llegaba a ser un cabrón. Eso era un insulto halagador según Ezequiel, ya que él tenía una lista enorme de todo aquello que Lorenzo podría llegar a ser (mamón, pendejo, boludo, pelotudo, hijo de puta, etc )

Tenían poco, casi nada, en común. Eran zurdos y compartían su gusto por Gabo.

Eran copias exactas físicamente, eran gemelos después de todo, (con pocas diferencias: la forma de vestir y ser, y el estilo de peinado), pero, era claro que sí Gabo gustara de uno, ese sería Sebastián. El bueno de los dos. El amable, el buen amigo.

Sebastián y Gabo eran amigos cercanos desde que él llegó de Álamo Seco. Lorenzo no fue muy amable. De hecho, fue un completo imbécil. Era como algunos niños, su forma de demostrar interés era con violencia y no era la forma correcta. Incluso si ya no lo molestaba como antes y podían tener intercambio de oraciones, Lorenzo no sabía cómo acercarse a él. 

Su hermano y Gabo siempre salían, al cine u a otro lugar. Y eso, lo sacaba de quicio.

—Oye, Lorenzo. Voy a salir. Avísale a papá por mí, no me contesta— Sebastián entró a la habitación, Lorenzo lo ignoró— Lorenzo, te estoy hablando.

—No soy tu mensajero. Mándale un mensaje o yo qué sé.

—Sabes que no los lee. Por favor.

—Está bien— Lorenzo gruñó. Lo más probable era que su hermano iría al IAD por Gabo.

—Gracias.

Lorenzo siguió leyendo el libro. Su estúpido hermano le quitó la concentración y ahora solo pensaba en lo que harían Gabo y él.

Valentino y Ezequiel se burlaban de él, de sus celos, cuando Sebastián y Gabo estaban cerca, Lorenzo cruzaba los brazos y casi echaba fuego por la nariz. Sabía que un día, Sebastián le diría que él y Gabo ya eran novios, y ese día, el corazón de Lorenzo se haría añicos. Claro que Sebastián solo formaba parte del grupo de personas que gustaban del enganche, Lorenzo incluído, y podría no suceder, pero, era mejor irse preparando.

Alguien tocó a la puerta repetidas veces. Siendo el único en la casa, Lorenzo se demoró en abrir. 

—¡Por un carajo, ya voy!

Definitivamente, no esperaba al enganche. Ni siquiera porque Sebastián salía los fines de semana con Gabo. Ya casi eran una pareja. El pensamiento le revolvió el estómago. Por la forma en la que Gabo iba vestido, significaba que saldría. Viéndolo así, Lorenzo moría por besarlo. Trató de no pensar en Sebastián besando a Gabo. Apretó el puño.

—Eh, hola, Lorenzo.

—Sebas no está, y, no tengo idea de a qué hora regresará— Lorenzo se saltó el saludo. ¿No debería estar Gabo con su hermano?

—No. De hecho, te busco a vos.

Su corazón se saltó un latido.

—¿A mí?— preguntó, nada más para sentir de nuevo la satisfacción.

—A vos— Gabo se guardó las manos en el pantalón. Parecía nervioso— ¿Te gustaría salir conmigo? Podemos ir al cine o a otro lugar. Tal vez, caminar por allí. No tengo un plan realmente.

¿Caminar por allí? Lorenzo podría pasar una eternidad observándolo y nada más. La pregunta, o petición, lo dejó petrificado. Gabo quería salir con él, él que lo había llamado pueblerino y que muchas veces le jugó sucio. Gabo era demasiado puro.

—Creo que no fue buena idea, lo siento.

Gabo estaba a punto de darse la vuelta e irse, pero Lorenzo no se lo iba a permitir. Gabo le ofreció una oportunidad de oro y estaría loco si no la aceptaba.

—Espera, pasa, solo iré a cambiarme. 

Sonrió, feliz. Si era un sueño, no quería despertar. Gabo asintió, ya sabía que Lorenzo también era suave, un poco rudo pero tenía que escarbar para llegar a lo brillante y no le molestaría tomarse su tiempo.

Nota final: Gracias por leer ^^

Historias cortas y otras no tan cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora