Historias cortas y otras no tan cortas

8. LLAMADA [Julián/Martín]

Yee mi OTP <3

Pausó la lectura. Julián le estaba llamando. Él era quien hacía las llamadas. Martín no iba a aceptar que las esperaba durante su día. Revisó que ni Oliver o Thomas estuvieran allí.

—¡Martín, hola!

Martín sonrió al escuchar la voz del rubio. Tampoco iba a aceptar que extrañaba al chico de las Águilas y que deseaba verlo. Desde que dejó el IAD y fue a EEUU, no lo había vuelto a ver en persona. Simples videollamadas que, a veces, dejaban a Martín con las ganas de estar allí con Julián.

—Hola, Julián.

—¿Cómo te va? Prometiste que me mandarías fotos al llegar a España. No he recibido nada.

—He estado ocupado.

Julián suspiró. Pensó en que Martín había encontrado una forma de que las cosas estuvieran a su favor. Quería estar allí por tres razones, la primera, fútbol, la segunda, estar allí con el colombiano y la tercera, detener a la persona que quería destruir un futuro que podría ser prometedor.

—¿Ocupado pensando en mí?

Martín puso los ojos en blanco. Aunque, sí, pensaba en Julián. Eran novios, después de todo, y tenía sentimientos fuertes por el rubio. En especial, el contacto físico. Martín jamás se sintió atraído a lo que los típicos adolescentes estaban. Era un lector ávido y el contacto con otras personas no le interesaba. Pero, Julián apareció y los bonitos labios rosas se sentían bien cuando los besaba. O, cuando Julián se ponía sucio y los usaba para otra cosa mientras Martín se mordía los labios.

—No. Con los entrenamientos, no he tenido rato libre. Pero lo haré.

—¿Puedo cambiar a videollamada? Quiero verte.

—No es el mejor momento, Julián— las videollamadas tendían a terminar con las manos de ambos bajo los pantalones y otra forma de comunicación, además de que Thomas y Oliver podrían entrar en cualquier minuto.

—No has estado planeando algo, ¿o sí?

El silencio fue suficiente respuesta. Julián respiró hondo. Había tratado de convencer a Martín que solo demostrara de lo que era capaz sin necesidad de trampas. Obviamente, su intento fue en vano. Martín era el mismo desde que lo conoció, enfocado y sin moral. Pero, así lo quería y lo quería bastante.

—Podrías ser descubierto.

—Si eso sucede, vas a estar allí— la enunciación, Martín la hizo como una afirmación pero sonó a pregunta.

—Por supuesto. Jamás lo dudes.

Tal vez, no tenía el coraje de demostrarle que en verdad lo quería como Julián a él, pero en verdad lo hacía.

—Hey, Martín— el pelirrojo saludó. Oliver iba detrás de él.

—Julián, ya llegaron mis compañeros.

—Está bien. Te llamo luego. 

Martín estaba a punto de colgar cuando el rubio habló otra vez.

—¡Martín! Te extraño y te quiero.

Martín no contestó, pero las palabras de Julián causaron que sonriera.

—¿Viste eso?— Oliver le dijo a Thomas— Si sonríe.

El pelirrojo asintió. La noción del capitán mostrando un gesto humano lo consternó.

—Decí que me querés antes de colgar— Julián pidió.

—Julián— Martín arrastró el nombre.

Oliver y Thomas se miraron entre sí. Su capitán era un poco extraño, y por el rostro de Martín, él hablaba con alguien importante.

—Yo también.

—¿Vos también qué?

—También te quiero.

Thomas, Oliver y Julián abrieron los ojos cuales pelotas de golf. Pudo haber colgado. Lo había hecho en otras ocasiones. Con más razón si sus compañeros estaban allí. No escuchó la respuesta de Julián y no supo si este ya había colgado.

Gracias por leer ^^