7

120K 9.1K 10.8K
                                    

Estaba nerviosa no iba a mentir.

Iba en camino hacia la cafetería en dónde había citado a Magnus y Malcolm, en compañía de Jason. No era que quería llevar a Jason después de todo lo que había pasado ayer pero no tenía opción.

Ayer después de haber tenido sexo con Jason en mi habitación con Emily a unos metros de nosotros fue un poco incómodo. ¿Me arrepentía de algo que paso ayer? La respuesta es no. Jason y sus piercings hicieron cosas maravillosas conmigo que no puedo arrepentirme. Luego de que todos se fueran en la noche había vuelto a pasar y después de esa otra y después de esa otra, otra. Si, en total habíamos follado ayer cuatro veces. Mi partes íntimas dolía de todo lo que había pasado ayer, y es que Jason es toda una máquina.

Iba a ser un poco incómodo cuando esté frente a los Dankworth y de verdad rezaba que al verlos el arrepentimiento no llegara a mi. Ellos y yo no somos nada pero aún así sentía que debía algo.

Lamo mi labio y hago una mueca, se me había olvidado, Jason había dejado varias evidencias en mi cuerpo pero la más notable es la de mi labio. Tenía una herida y varios pequeños puntos morados en ella gracias a los besos salvajes compartidos ayer. Trate de colocarme un labial rosa con cuidado sin tocar la herida para que esos puntos morados no se notarán y funcionó pero no puedo decir lo mismo con la herida.

Había tomado la pastilla del día después ya que no habíamos usado protección y aunque no acabó nunca dentro de mi no quería sorpresas.

Planeaba empezar de nuevo con algún método anticonceptivo. Si volvía a pasar ya estaba por lo menos un noventa y ocho por ciento asegurada.

-Recuerda que mientras más rápido estemos en el barrio mejor. -Volteo hacia él mientras empieza a estacionarse. - ¿Por qué no solo les dijiste que fueran a verte allí?

- Ese no es lugar para unas personas como lo son Magnus y Malcolm Dankworth.

No podía imaginarme a los hermanos pisando si quiera el lugar en dónde vivía.

- Si están tan locos por tí pues tendrá que ser si o si lugar para ellos por qué de allí provienes y ahí vives y tanto como ellos y como tú tienen que aceptarlo.

Suspiro y abro la puerta para bajarme.

La realidad de todo es que me daba miedo espantarlo al ver el lugar donde vivo.

Camino con Jason detras hasta la entrada y prosigo a entrar a la linda cafetería a dónde vengo algunas veces con Hannah. Miro a todos lados y veo a esos dos hombres imponentes en traje que solo me hacen suspirar.

Mi corazón se aceleró y suspiro como una loca enamorada. La sensación de mariposas en el estómago y los nervios llegan a mi.

Camino lentamente y siento como mis manos empiezan a sudar. En cada paso que doy puedo sentir la molestia en mi parte intima y con eso me sonrojo de vergüenza.

Nada de arrepentimientos Abigail Russell. Ayer no te arrepentiste mientras Jason daba toda su potencia contra tu cama, la cocina, el sofá y la pared. Y pensar eso solo hizo que detuviera mi paso para tocar mi cara que estaba totalmente hirviendo.

Por Dios, Abi. Calma.

Suspiro y vuelvo a caminar. Al llegar a la mesa ellos se levantan rápidamente y les doy una pequeña sonrisa que los dos me devuelven, un poco extraño viniendo de Magnus. Bueno, Magnus está muy extraño y diferente a como lo había conocido.

- Puedes sentarte en otra mesa mientras hablamos. - Le digo a Jason y él alza una ceja.

- ¿Acaso pensaste que me quedaría como idiota parado aquí? - Pregunta y cuando iba a responder él a simplemente se sienta en la mesa que estaba al lado y empieza a revisar su celular.

Russell [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora