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Gruñí frustrada al ver cómo mi padre aspiraba de nuevo aquella línea de polvo blanco.

Al menos había superado mi fobia al ver la droga.

—Te dará una sobredosis si sigues así papá. —Finalmente hablo mientras me siento al lado de Big Mike.

El alza su rostro mientras limpia los restos.

El ríe con su típica risa que solo causa escalofríos a todos, menos a mí y a Big, y claramente a mamá.

—Se necesita más de cuatro mierdas de estás para que eso suceda. —El sorbe su nariz. —¿Dónde está el hijo de puta de Jason?

—Vendrá en un rato. Está haciendo el mandado. —Mi padre asiente y me mira.

—No quiero que salgas mañana, daré un golpe y necesito tenerte en donde se que no se acercarán. — Empiezo a negar.

— Mañana iré a la universidad y... —El niega y me interrumpe.

—Universidad y una mierda, no saldrás.

—¡Papá! ¡Es importante! —Intento convencerlo.

— Importante es que estés con vida ¿No crees? o ¿Piensas asistir a la universidad muerta? —Cayson empieza a reír a carcajadas logrando que todos los presentes dirijan su mirada a el.

—¿Se imaginan? —El ríe como si alguien le hubiera contado el mejor chiste del mundo. — La pequeña fresa llegando como zombie a la universidad.

El empieza a reírse más fuerte y yo solo trato de encontrar el chiste.

Miro a los demás y efectivamente no soy la única buscandolo.

El disminuye su risa y empieza a secar sus lágrimas

—Lo siento, lo siento. Lo imaginé y fue gracioso. —El intenta parar de reír pero falla en el intento y vuelve a carcajear.

Me río un poco y niego con mi cabeza.

Cayson nunca cambia.

El es como el alma divertida del pequeño grupo de confianza de mi padre. Desde que tengo memoria el tiene un gran sentido del humor y no duda también en reírse de lo que sea.

Veo como papá voltea sus ojos y empieza a desarmar una de sus nuevas armas y empieza a examinarla.

Claramente ya todos estamos acostumbrados a su rara manera de encontrarle el humor a las cosas.

Llevo el vaso de coca cola que había ido a buscar a la cocina y doy un pequeño trago mientras veo como Jason abre la puerta y entra.

—Actualización. — Es lo único que dice papá mientras sigue observando el arma.

Jason camina al sofá y se sienta al otro lado de mí y se acomoda.

Le sonrió y el me responde con otra sonrisa.

—Bien... —Aclara su garganta. — El club está bien, fue una falsa alarma. Solo fue una pequeña falla de los cables de la electricidad.

Papá había abierto un nuevo club hace un mes y hubo un apagón la noche anterior causando que todos pensaran que era un atentado.

—Imbéciles. — Murmura Big. — Ni un puto cableado pudieron hacer bien.

—Sigo esperando. — Papá alza su vista hacia Jason.

—Bueno, los bares todos están en orden y se ha vendido bueno cantidad. En el centro todo está tranquilo y sin ninguna anomalía y en las costas se ha vendido un terreno grande.

Russell [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora