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La sensación de sentirme observada hace que quite mis ojos llorosos de los de Malcolm y los dirija a la puerta.

Magnus estaba allí viéndonos seriamente.

Me separo de Malcolm lentamente y él me deja ir cuando voltea a ver a dónde yo lo hago.

Todos nos quedamos en silencio mirándonos fijamente. No sabía si decir algo o no decir nada. A Magnus lo sentía más lejos de lo que yo me había imaginado y por alguna razón creía que tal vez él si no pensaba al igual que su hermano y no lo culpaba. Él es un maldito dominante y sé que en el fondo está muy enojado y se está conteniendo conmigo.

- Se lo dije. - Susurro Malcolm pero sé que él pudo oír perfectamente.

-Eso es bueno, Malcolm. - Él asiente hacia su hermano. - Malcolm no quería hablarte de ello pero era necesario que lo supieras. No queremos más mal entendidos entre nosotros y pienses que su actitud es personal hacia a ti.

Y hablando de mal entendidos...

No sabía si es necesario decirlo pero quería aclararlo. Quería aclararselo a Malcolm porque sé que para él yo seguía con Jason y ya no queria que lo siguiera pensando y torturandose con ello.

- Yo ya no... - Empecé a decir y los dos dirigieron su mirada a mi. - Yo no tengo nada con Jason.

Miro a Malcolm a los ojos.

- Absolutamente nada. Él es solo mi cuidador y amigo ahora. - Miro mis manos y suspiro. - Si tan solo escuchan algún otro comentario de su boca o de Emily quiero que sepan que es mentira. Ellos dos son dos personas sin tacto que están acostumbrados a tratar con personas de la pandilla y pueden ser incluso crueles aunque no sea su intención con tal de reírse. Su concepto de molestar a veces sobrepasa los límites porque así es el humor en este mundo, no hay espacio para los que se ofenden por cualquier cosa y se toman todo a pecho. Mientras más se enoje alguien, más divertido se vuelve.

Ellos me miran, me miran y siguen mirando haciendo sentir pequeña en mi sitio. Es incómodo.

- Bien. - Es lo único que dice Magnus con su rostro serio y neutro.

No sé porque sentía que él sí tenía algo contra mi. No lo había notado pero ahí estaba.

Un carraspeo hace que los tres dirijamos nuestra vista hacia la chica de la puerta. Stella.

Ella nos mira a todos y se sonroja.

- Yo, ahm, venía a despedirme. - Ella me mira a mi. - Fue un placer conocerte, Abi, y espero que te encuentres bien.

Asiento y le regalo una sonrisa sincera que ella corresponde. Ella no tenía la culpa de mis malditos demonios.

Luego mira a los dos hombres presentes y vuelve a sonrojarse. No la culpo, son Magnus y Malcolm ¿quien podría resistirse a ellos? Aunque eso no evito mis celos.

- También fue un placer conocerlos y platicar con ustedes. - Los mira a los dos y luego su mirada se queda en Magnus. - Estaré en la construcción el lunes a primera hora.

Mi corazón se aceleró al escucharla y volteo a Magnus quien la miraba intensamente, analizandola.

- No llegues tarde.

Ella baja la mirada y asiente.

- Yo, bueno, me voy. Adiós. - Ella se despide y finalmente se va.

Ella los vería mañana.

Miré el paquete de galletas que había dejado olvidado y lo tome para comerme una.

No quería llorar por esto. Sabía perfectamente que no somos nada, que ellos al igual que yo, sí podían y querían podrían estar con otra y yo no podría decir nada, lo sabía. Claro que lo sabía. No tenía el derecho y aún así tampoco podría echarselos en cara por qué yo me había metido con Jason.

Russell [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora