Ambos con un pasado desgarrador.
Ambos perdieron a seres queridos.
Ambos se aman y desean en secreto, ¿será la edad un impedimento?
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Historia ambientada cuando Naruto se va a entrenar con Jiraiya.
Kakashi x Tsunade.
1er ca...
— Todo va a estar bien —repetía Tsunade entre lágrimas, mientras acariciaba la mejilla de Kakashi—. Shizune, prepara la anestesia.
— Ya está lista —respondió Inmediatamente, a su vez que le daba unos golpecitos a la jeringa, para entregársela a su maestra.
— Todo saldrá bien, Kakashi —susurró Tsunade en sus labios, para luego introducir la aguja en su antebrazo.
Kakashi comenzó a cerrar sus ojos, sentía una gran pesadez que lo único que lograba en él, era entrar en un sueño profundo.
— Tenemos que cerrar las heridas, no debe de perder más sangre, encárgate tú de eso —le indicó la Senju a su asistente—, yo le quitaré los restos de madera restantes.
Shizune asintió determinada a ayudarla y de salvar a su amigo. El rostro de Tsunade la angustiaba, ambas sabían que el trabajo debía de ser rápido y preciso, Kakashi no se encontraba en la posición de perder más sangre o perder más tiempo. Pero dentro de ella había confianza en sus habilidades y en las de su maestra, en su mente no había ninguna duda de que todo saldría bien.
Tsunade cogió las pinzas y de manera fina las comenzó a meter en la herida del pecho de Kakashi, al llegar a sentir el pequeño trozo de madera con delicadeza lo sujetó para extraerlo con facilidad.
Le quedaba una menos, la otra estaba ubicada cerca de su pectoral, a simple vista Tsunade pudo detectar del peligro que esto significaba, el trozo de madera no podría pasar limpiamente por la pequeña abertura que tenía.
— Perdóname —murmuró agarrando un bisturí para abrir un poco más el espacio.
Al hacerlo, repitió el mismo procedimiento, retirando así, el último trozo con facilidad. De la misma manera, Shizune estaba finalizando en cerrar todas las heridas que tenia Kakashi. Hasta el momento, no habían tenido nada de complicaciones.
Tsunade suspiró alivada, había terminado con todo el agurio de Kakashi, ahora el respiraba tranquilo gracias a la anestesia.
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Habían pasado un par de horas y Kakashi no despertaba de la operación, sudaba demasiado y temblaba por el frío que había en ese lugar. Incluso unas enfermeras le habían entregado unas cobijas a la rubia, para que abrigara aún más al peliplata.
— Tsunade-sama —habló Shizune—, ¿Qué son esos polvos blancos? —le preguntó señalando las heridas de Kakashi.
— Debe de ser algún remedio natural —respondió buscando con la mirada el frasco de los mismos.
— Permiso —entró Yaru a la habitación con un pequeño recipiente—, creo que esto le será de ayuda a Kakashi-san —supuso mostrando lo que llevaba.
— ¿Qué es y para qué? —cuestionó Shizune confundida.
— Los polvos blancos que Nayeshi hechó en las heridas de Kakashi-san son muy fuertes, el sudor y el frio son algunos de sus efectos secundarios —contó mirando de reojo al peliplata—, lo sé porque yo misma he sido testigo de su poder —recordó con dolor—, te quema por dentro y sientes un dolor inmenso, es peor cuando —se detuvo y luego continuó—, cuando estas consciente.
