KakaTsuna (Kakashi x Tsunade)

La noche del cumpleaños

🍋 Este capítulo contiene Lemmon sucio, puerco, marrano 😏, naaa solo contiene Lemmon 🍋.

— Pasa, porfavor —invitó Kakashi, abriéndole la puerta a la rubia.

La mujer recorrió con la mirada todo el apartamento, para su sorpresa, este se encontraba limpio y ordenado. El espacio era para unas dos personas, tenía una sala de estar, un comedor, un balcón, el baño y la habitación. Sus ojos se fijaron en una fotografía en la pared:

— ¿Este eres tú y tu padre, no? —preguntó viendo a un kakashi de 4 años siendo cargado por Sakumo.

El ninja solo asintió, Tsunade sabía que ese era un tema delicado, pero la imágen de un kakashi niño le parecía tierno.

— ¿Dónde está mi regalo? —preguntó Tsunade cambiando el tema, kakashi río—, no me digas que está en tu habitación —lo señaló.

— La verdad —contestó rascando nervioso su caballera, mientras se dirigía a su habitación.

— Pervertido —susurró la rubia mirando como el ninja desaparecía tras la puerta.

— Tsunade yo —se escuchó decir a Kakashi.

— ¡No me digas que no lo encuentras!

— No es eso —aseguró, acercándose a ella, quedando unos centímetros de distancia.

Tsunade notó como si Kakashi quisiera decir algo, pero no lo lograba, era como si existiera una pelea interna.

— Verás —sonó nervioso—, yo, yo no soy muy bueno con los regalos, aveces me cuesta expresarme, mi regalo quizás te decepcione —admitió mirando el suelo—, no es lujoso, ni detallista, pero quiero que sepas una cosa —resaltó ahora viéndola fijamente, la Sannin se sonrojó ante tal gesto—, a comparación de esos regalos, el mío es sincero—. Finalizó entregándole una caja mediana.

Tsunade lo recibió con una gran sonrisa en su cara, estaba ansiosa. La caja estaba envuelta de un papel café, con una moña verde, al abrirlo, se topó con que estaba repleta de dulces y chocolates:

— Son dulces de castaña asadas con hoja de oro, los que más te gustan —explicó rápidamente kakashi al ver la reacción de Tsunade—, y los otros son chocolates de Sake, he notado que Shizune no te deja tomar en la oficina, así que decidí buscar en específico esos chocolates —señaló los de cubierta dorada—. Pero el verdadero regalo se encuentra hasta el fondo.

La mujer metió la mano y al sentir una tira, la agarró.

— Kakashi —dijo asombrada sacando de la caja un par de dados dorados, los mimos que eran el premio en aquel juego el cual perdió—. ¿Cómo?

— Me di cuenta que tenían un gran significado para ti, así que después de que me llamarán los de seguridad, localicé a la mujer ganadora de los dados y llegamos a un trato —soltó una risa nerviosa.

Tsunade sentía como una lágrima quería escapar de sus ojos, jamás habría imaginado que alguien le regalaría algo como esto, de pronto, todos los recuerdos de su niñez aparecieron tras ver los dados.

— Se que no es algo lujoso, quizás no son rosas ni nada, yo, los chocolates, se que te gusta comer, no me lo tomes mal —aclaró rápidamente, sus nervios hacían que hablara de más —, pensé que algo así era algo acorde a ti, yo... Lo siento —se disculpó.

— Kakashi, este es el mejor regalo que me han dado —se sinceró la mujer—, de nada me sirven regalos de desconocidos, lujosos, si no llevan ningún significado sincero —dijo regresando los dados a la caja, para luego abrazarlo—. Gracias, Kakashi.