KakaTsuna (Kakashi x Tsunade)

Estoy embarazada

Capitulo largo
F en el chat
Actualización fin de semana, como antes uwu

El ambiente en la casa de la familia Hatake se había vuelto un poco tenso. Todas las personas se veían de reojo, a excepción de Kakashi, quien no entendía que estaba pasando y no se había dado cuenta de la tensión que existía.

Shizune y Tsunade se vieron directamente, ambas sabían que debían de hacer en esa situación, pero tenía que ser rápido para que Kakashi no sospechara de más.

— ¿Tienes hambre? —preguntó Tsunade a su esposo, quien la veía fijamente.

Kakashi observó la mesa analizando las sobras que habían dejado. Intuyó que era pollo con arroz o algo por el estilo, así que asintió con sus ojos achinandos.

Notó nervioso a Guy, al igual manera que a Shizune. Probablemente estaban hablando de algo serio o algo que tenía que ver con él, pero decidió no darle mayor importancia.

Se enfocó solamente en Tsunade, quien se veía más deslumbrante de lo normal. Llevaba una camisa negra muy holgada a lo que está acostumbrado a verla. Su cabello estaba en una sola coleta y su piel se veía radiante. En verdad que esa mujer lo enloquecía, sea como sea, se veía hermosa. Ya quería estar con ella esa noche.

— Iré yo ya que estoy acá —dijo Shizune a su maestra, para que ésta no se levantara de la silla. Debían pensar en algo rápido.

— Muchas gracias —habló Kakashi por el gesto de su amiga, se quitó su chaleco jounnin, dejándolo en una silla, cuando regresó su vista a la mesa, el gran plato de comida ya estaba servido—, que rápido —sonrió levemente sorprendido.

Tsunade estaba en frente de Kakashi, pero separados por su mesa. El jounnin la veía esperando algún gesto de bienvenida por parte de ella, pero todo parecía que habría nada.

— Nosotros ya nos vamos —aclaró su garganta Shizune, viendo de reojo a su maestra. No sabía que iba a hacer Tsunade, quizá le diría a Kakashi la noticia y quiere privacidad...

— ¿Ya nos vamos? —resaltó Tsunade, indicándole a su alumna que evitaría a Kakashi al menos ese momento.

— Ah, si, si —asentía la pelinegra con seguridad, Kakashi las veía ambas extrañado—, tenemos que ir a la oficina para la reunión con el consejero. Quiero apresurarme para tener listo el papeleo —mintió Shizune con perspicacia.

— Si, hay que irnos ya —le siguió la corriente la Senju determinada.

Kakashi estaba perdido viendo el cuerpo de su esposa. Aún con esa camisa holgada, se podían distinguir el buen tamaño de sus pechos, era raro, pero a Kakashi le parecían ser más grandes que antes. Quizá era la falta de verla en estos dos meses, que le hacía sentir esa sensación.

Solo de imaginar el cuerpo desnudo de Tsunade le hacian ponerse duro en un instante. En verdad que la amaba, y quería estar con ella. No podía retirar su vista de sus pechos, agradecía que fuera su esposa.

Sonrió descaradamente pensando en lo que haría con ellos esa noche, y probablemente todas las demás, tantas veces hasta que quede satisfecho. Todo iba normal, hasta que en su mente retumbó las palabras de Tsunade:

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— Si, hay que irnos ya .

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Kakashi meneó su cabeza regresando de su imaginación. Observó a las dos mujeres consecutivamente, pensando en lo que habían estado hablando, hasta que su cuerpo reaccionó.