The Queen (Namo / Monayeon)

🍭⭐Capítulo 22: La mousse⭐🍭

Momo no sabía cómo había sido posible, sin embargo, allí se encontraban las cuatro. En una cafetería mirando la carta de postres y bebidas para merendar algo las cuatro juntas.

Le parecía estar en un sueño, bueno, aquello realmente era un sueño para ella. Aunque, jamás se había planteado que pudiese llegar a ser verdad.

Todo se lo tenía que agradecer a la señora Min, quien les había obligado a quedar esa misma tarde las cuatro juntas. La parte mala de ello es que tenían que hacer una redacción sobre cómo había sido para ellas la cita y entregárselo al día siguiente.

― ¿Ya habéis decidido? ― preguntó Sana para romper el silencio.

Nayeon y Mina asintieron sin mirarse pese a que estaban sentadas la una frente a la otra.

― Yo no ― dijo Momo avergonzada.

La coreana sonrió e intentó ayudarla.

― Yo he elegido el brownie, pero me encantaría probar la mousse. ¿Por qué no te la coges y compartimos?

Momo dudó unos segundos pensando en la propuesta que le había hecho su novia.

― Pide lo que quieras, no lo que te diga ella ― aconsejó Mina a su amiga en un tono que reflejaba su malestar.

La tercera japonesa dio un codazo disimuladamente a su amiga. Ellas se habían reunido para limar asperezas.

Tras dos horas de terapia con la psicóloga, Sana había logrado empatizar con Momo y, un poquito con Nayeon. Por lo tanto, estaba dispuesta a tener una relación cordial con la mayor con tal de ver feliz a su amiga. Por desgracia, Mina no opinaba lo mismo que ella. No era capaz de perdonar y se centraba demasiado en el pasado.

― ¿Y si me pido este pastelito de limón? ― sugirió la coreana.

Aunque mirase a Momo y la pregunta fuese para ella, Mina supo que era una contratación a su comentario.

― Entonces me pediré la mousse ― habló una sonriente Momo.

Para mala suerte de la coreana de encontraban en un lugar público con las dos mejores amigas de su novia, sino fuera así daría un beso, aunque fuera pequeño, en modo de agradecimiento. Sin embargo, debido a la situación tuvo que contenerse.

Tras decidir que pediría cada una tocaba determinar quien iría a la barra de la cafetería a pedir. Pues, pese a que los camareros servían en mesa, no tomaban nota.

En un principio quiso ir Momo, sin embargo, Nayeon se negó rotundamente y fue ella. Por nada del mundo se quedaría a solas con las otras dos japonesas. Nadie sabía lo que podía llegar a suceder en ese caso.

Una vez que ella abandonó la mesa, las dos mayores dirigieron su mirada Mina. Quien las miraba sorprendida sin saber por qué estaban molestas con ella, o eso intentaba aparentar, por lo menos.

― Mina-chan, Nayeon yo estamos haciendo un gran esfuerzo por llevarnos bien, ¿Podrías hacer lo mismo? ― le pidió Sana algo exasperada.

La otra asintió dando a entender que estaba de acuerdo con lo que decía tu amiga.

Mina suspiró y levantó las manos en señal de paz. Intentaría hacer su mejor esfuerzo. Aunque la coreana le siguiera cayendo mal, podía ver que ella había sufrido también desde que Jihyo y Jeongyeon la habían abandonado y, además, era la maldita chica de la que se había enamorado Momo y tendría que soportarla.

Eso hizo que una pregunta apareciera de repente en su cabeza.

― ¿Cómo les vas a decir a tus padres que estas saliendo con Nayeon?