The Queen (Namo / Monayeon)

🍭⭐Capítulo 5: La cena ⭐🍭

El entrenamiento terminó a eso de las nueve de la noche. Ninguna de las dos se había dado cuenta de la hora que era, ya que habían disfrutado tanto jugando al tenis que los minutos se habían convertido en segundos. 

Nayeon sólo fue consciente del tiempo que había pasado, cuando Sikhyung le había ordenado a Momo que llamase a sus padres para decirles que no se preocupasen por ella, que se quedaba a cenar con ellas y que más tarde la llevaría a su casa. 

Al principio Momo se negó completamente, pero la mirada asesina de Sikhyung la dio el suficiente miedo como para obedecerla y lo mismo pasó con Nayeon, quien no se atrevió a protestar.

Algo más tarde llegaron los señores Im de sus respectivos trabajos. Se sorprendieron bastante cuando encontraron a Momo en su salón viendo la televisión, sobre todo por la pinta que tenía. Llevaba dos moños un poco despeinados y un chándal sudado.

— Un placer conocerles, señor y señora Im. Soy Hirai Momo — se presentó la japonesa. 

De repente, Nayeon apareció en el cuarto de estar para salvarla.

— Ella es mi compañera en el campeonato de tenis. 

La mirada de de sus padres cambió a una más relajada y Momo pudo respirar tranquila. Dos segundos después Sikhyung llamó a cenar a la familia Im y a Momo. 

Durante la cena la señora Im le hizo un tercer grado a la nueva amiga de su hija, del cual no salió muy bien parada. La ama de llaves tuvo que intervenir en la conversación para defender a la pobre Momo antes de que se la comiera la madre de la coreana. 

— La señorita Hirai es muy buena en el tenis y está en muy buena forma, podría dedicarse a ser entrenadora personal, y seguramente podría cobrar tanto como el tuyo, Nayoung-ah. 

— Gracias por la idea señora — le agradeció Momo e hizo una mini reverencia. 

— Me alegra que mi hija tenga una buena compañera — dijo el señor Im con una pequeña sonrisa— pero ¿practicáis con alguien más? 

— No nos hace falta, appa — aseguró Nayeon. 

— Primero tendrás que demostrarlo, jovencita — dijo su padre y se metió un trozo enorme de carne en la boca. 

—Appa...

Nayeon no completó la frase, pues su padre la mandó callar y ella obedeció. 

Momo se sorprendió bastante; era la primera vez que veía a la mayor haciendo caso a alguien. 

— Hirai Momo — se dirigió a la japonesa — ¿Estás libre este sábado? 

La mencionada asintió confundida. 

— Perfecto, este sábado invitaré a las primas de Nayeonnie y haremos un mini torneo en el que comprobaré lo buenas que sois. 

— Ganaremos sin esfuerzo, appa — contestó confiada. 

Momo observó con entusiasmo y estupefacción la conversación que siguió entre el padre de Nayeon y ella. Parecía otra persona completamente diferente con él y con Sikhyung. 

De vez en cuando Momo intervenía, pero sin querer. Su risa era muy escandalosa y les interrumpía.

Al principio la coreana se sentía molesta por sus interrupciones y la asesinaba con la mirada. No obstante, terminó contagiándose de la risa de la otra chica y riendo junto a ella, aunque le seguía molestando la forma de reírse de Momo.

Al final de la noche el padre de Nayeon llevó a Momo a su casa y la invitó a quedarse en su mansión de nuevo cuando quisiera.

Mientras tanto, en la casa de los Im, concretamente en la cocina-comedor, Sikhyung y Nayeon recogían los platos y hablaban de Momo, más bien la ama de llaves hablaba. Según ella Momo  era dulce, energética, risueña y, los más importante de todo, una buena compañía para Nayeon. La castaña estaba de acuerdo con la descripción de Momo, pero no creía que pudieran ser buenas amigas. Por dos razones: la primera era por todo lo que le había hecho y la segunda porque no soportaba lo amable que era la menor con todos, hasta con las cucarachas.