Capítulo 23: Promesa

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Shino había quedado con Lili en la pradera cerca de la aldea.

Mientras la esperaba, pudo divisar a unos niños que estaban platicando acerca de la guerra, por lo que decidió acercarse a ellos y unirse a su plática.

Si. Mi padre me dijo que le daremos una paliza a los Akatsuki - mencionó uno de ellos.

Es verdad - contestó Shino a los chicos -. La guerra que decidirá el futuro del mundo Shinobi está a punto de comenzar.

La pelinegra logró divisar a su novio a unos metros de distancia, conforme se iba acercando, logró ver que unos niños lo acompañaban.

— ¿Tú lucharás también, Shino Sensei? - preguntó el castaño de los infantes, el cual tenía unas marcas en sus mejillas.

Si - contestó con simpleza al ver que su novia se estaba aproximando.

— ¿Tienes miedo, sensei? - preguntó otro. 

Para ese momento, la mayor ya estaba de pie, junto a Shino.

— ¡No seas tonto! Shino-sensei nunca tiene miedo - replicó el primero.

No, te equivocas - confesó el Aburame, sorprendiendo a los menores.

— ¿Tienes miedo? - preguntó el mismo niño.

No puede ser - mencionó otro.

Y, aunque no quería que su novia oyera aquello, comentó:

Pero estoy seguro de que regresaré con vida - dijo con seguridad.

Lili sintió su corazón encogerse.

Aunque sabía que Shino era fuerte, la simple idea de perderlo a él o a su hermano, causaba que sintiera pánico.

La pelinegra tomó asiento en una de las rocas cercanas a donde estaban los cuatro chicos. Sabía que se aproximaba una historia por parte de su novio.

— ¿Por qué? - interpeló uno de los menores.

Porque tengo amigos en los que confiar.

Shino prosiguió a contarles la historia de cuando falló una misión, debido a su bajo nivel de Taijutsu, y cómo sus amigos lo ayudaron a superar su miedo.

Aunque el ninja logró mejorar su habilidades de combate, comprendió que hay cosas que no podemos hacerlas por si solos y que se debe confiar en los compañeros de equipo.

Entenderán algún día. No hay por que temer a la batalla - dijo finalizando su relato -. Eso es porque nuestros amigos siempre estarán cuidándonos.

Los niños agradecieron el relato de Shino y partieron en busca de sus padres.

Lili se levantó de su asiento y caminó hacia su novio, le tomó de la mano y dirigió su paso hacia la pradera.

Habían adoptado un nuevo hábito: ir al menos una vez al día a aquel lugar.

No hacían nada en específico, solo tumbarse en el pasto y mirar el cielo. A veces Lili contaba historias que inventaba conforme las nubes iban pasando.

Les quedaban pocos días juntos, lo sabían.

Y aunque la pelinegra lloraba cada noche pensando en los horrores de la guerra, Shino se limitaba a decirse frente al espejo que debía volver. Ella jamás le perdonaría que no lo hiciese.

Pero la mente es poderosa y cruel.

Había noches en las que ambos soñaban cosas tristes, escenarios que deseaban jamás pasasen.

—¡Mira! Esa tiene forma de anillo... – señalaba ella con su mano izquierda, mientras que su derecha apretaba la mano de su novio.

Yo no veo nada – respondió Shino con simpleza y un leve sonrojo en sus mejillas.

Una familia...

¿Cómo sería tener una familia con ella?

Mientras ella se inventaba una historia de unos bebés shinobi super poderosos que querían robar un anillo mágico, Shino comenzó a pensar en el futuro que le deparaba junto a ella.

Lo veía claro, él - seguramente- seguiría siendo Shinobi, mientras ella se dedicaría a su casa mientras no tuviera alguna misión o tal vez, ella se volvería maestra de la academia.

Se imaginó pidiendo la mano de ella en matrimonio.

A Lee siendo imprudente el día de la boda.

Y así se perdió en sus pensamientos...

Shino, ¿me estás poniendo atención? – preguntó la pelinegra, intrigada por la leve sonrisa que se formaban en sus labios.

— ¡Acepto! – gritó saliendo de su trance.

A Lili le causó una gran confusión la actitud de su novio, pero no dijo nada, solo rió levemente y le dijo que era hora de volver a la aldea.

Habían pasado al menos dos horas desde que el castaño comenzase a alucinar.

En el camino, Shino miró al horizonte y el atardecer que este proyectaba.

Estaba decidido, daría todo de si para volver.

Soltó la mano de su novia y corrió hacia un árbol. Luego sacó un kunai y escribió una fecha.

24 - 01- XXXX

Lili miró confundida esa fecha, la fecha siguiente al cumpleaños de Shino, dentro de casi tres años.

— ¿Por qué escribes una fecha que aún no sucede? – la kunoichi estaba desorientada.

Ese día, le pediré a tu padre tu mano en matrimonio, y con la madera de este árbol se hará la mesa donde pondremos el pastel– dijo con firmeza.

Ella quedó en shock. A veces Shino era el ser más frío y serio del mundo.

Otras veces podía ser completamente lo opuesto.

Eso era algo que amaba demasiado de él.

Cuando ambos tengamos 20, nos casaremos, es una promesa.

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Perdón por desaparecer, la vida de adulto es horrible y pesada.

Este capitulo iba a tener otro rumbo e iba a ser más laego, pero quise complacer gente (actualizando) y darles una promesa de nuestro galán.

Gracias por sus comentarios y mensajes de apoyo a esta historia.

No pensé que iba a tener el recibimiento que tiene hasta ahora.

Si ven algún horror ortográfico, les pido una disculpa, escribí esto en el cel y mi teclado tiene tres idiomas en uno solo y aveces pone acentos o palabras que nomás no😂🤦🏻‍♀️ como por ejemplo: "à" y "a".

En fin...

¡Nos leemos a la próxima!
💋キスキス💋

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⏰ Last updated: May 04, 2021 ⏰

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