El secreto de Lee

Capítulo 10: Nanabi

Shino corría como si su vida dependiera de ello. Cuando llegó a la oficina de la Hokage, su puño golpeteó levemente la puerta, esperando una señal. Cuando Tsunade por fin le respondió, él abrió la puerta y entró pausadamente.

— ¡Shino! No esperaba verte aquí – comentó la Hokage algo sorprendida de verlo.

— Disculpe la interrupción yo solo... – antes de que terminara, Tsunade le había interrumpido.

— Ahh – suspiró – jamás pensé que Kurenai estuviese embarazada, me lo contó en el funeral. Ella necesitará mucho apoyo – el shinobi no dijo nada, pensaba cómo soltarle sus dudas a la rubia.

— Hokage-sama – hizo una leve pausa – ¿me permitiría hablarle de un asunto un tanto delicado? A solas, si no es mucha molestia – Shizune había comprendido aquello, la Hokage había asentido y ella se retiró de la habitación.

— ¿Qué sucede Shino? – preguntó la mayor con un poco de angustia.

— Disculpe el atrevimiento, pero... ¿Por qué la familia de Rock Lee se irá mañana de la aldea?

La rubia se sorprendió de que él supiese esa información que era clasificada. Ella se molestó un poco.

— Esa información es confidencial – respondió seria –, ¿quién te lo ha dicho?

— Supongo que eso no es relevante ahora – Tsunade empezaba a perder la paciencia –, lo que si le pido, por favor, es que me agregue a esa misión.

Ella se sorprendió, no comprendía su interés, sin embargo Tsunade se negó.

— No puedo, tendría que ser una petición formal del clan.

— Ya veo, gracias – dicho esto, Shino le hizo una pequeña reverencia y desapareció de la oficina, dejando a Tsunade algo confundida.

Shizune entró de nueva cuenta a la oficina. Le preguntó acerca del tema del que habló con Shino.

— Sigo sin comprender su interés – comentó Tsunade.

— Tal vez se haya vuelto amigo de Lee – respondió la castaña con Tonton en brazos –.O de Lili – siguió, con una sonrisa en su rostro. Está después desapareció y preguntó con preocupación –. Tsunade-sama, ¿está segura de que Lili no estará más protegida dentro de la aldea?

— Me temo que no, Shizune – negó la Hokage con un poco de tristeza –. Además, el clan Lee ha preparado un refugio muy bien protegido para ella. Lo comenzaron antes de que ella naciera. Tú sabes que el clan Lee nunca fue de shinobis, sino hasta ahora que comenzaron a inscribir a sus niños en la academia después de la graduación de Rock Lee – hizo una breve pausa, luego fue interrumpida por Shizune.

— ¿Cómo está segura de que el refugio es seguro? – preguntó con incertidumbre.

— El clan Lee siempre fue de comerciantes adinerados. No dudo que no hayan reparado en gastos al crearlo, además de que con el paso de los años le han ido añadiendo más seguridad.

— Si es así de seguro, ¿por qué no envía a Naruto también? Invéntele una excusa y enciérrenlo con ella.

— Naruto es demasiado listo cuando se lo propone – respondió Tsunade con cierta preocupación –, se daría cuenta de que algo anda mal y se largaría de ahí, poniendo en riesgo la seguridad de los otros. Además ya sabes que nunca se está quieto.

— Pero Milady, los Akatsuki se están movilizando más. Tenemos que protegerlos, ambos están en peligro de que les extraigan sus bestias como lo hicieron con el Kazekage.

— ¿Lili también es una jinchuriki? – pensó cierto ninja que estaba afuera de la oficina.