Cap. 7

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7. UNIFORMES.

—No están hablando en serio —aseguré mientras tomaba el uniforme azul de la caja rosa que me habían enviado a mi apartamento.

—¿Qué dice? —preguntó Katy haciendo una mueca ante el uniforme

Tomé la tarjeta dentro de la caja y leí:

Estiemada Lucinda Webber, nos complace informarle que, como ya sabe, su solicitud en Woodgeth editorial ha sido aceptada, con el mismo empeño y entusiasmo que ha mostrado hasta el momento, pedimos que considere las reglas de trabajo profesional en Woodgeth respetando nuestra más estricta norma acerca de los uniformes. Sin más por el momento agradezco su comprensión.

¿Y eso? Yo fuí el viernes y no vi ningún uniforme.

—¿Con el mismo empeño y entusiasmo? —preguntó Katy frunciendo el ceño— ¿Segura que están hablando de ti?

La miré un poco ofendida. —Pues yo soy Lucinda Webber.

Se encogió de hombros y tomó el uniforme. —Es un bonito uniforme.

Dejé caer la cabeza hacia atrás y puse las manos en la cintura. —Es como estar de nuevo en la primaria.

—Oh, mira, otra nota —señaló Katy.

Tomé la nota que yacía al fondo de la caja y comencé a leer:

De igual manera siéntase libre de vestir a elección los viernes.

Bueno, al menos ya sabía por que no me había percatado de los uniformes el viernes.

Era bonito si, tenia dos largas filas de botones dorados sobre el pecho y era algo entallando a nivel de la cintura, azul oscuro... el único problema era el largo.

—Es noviembre... se me va a congelar el alma.

Katy hizo una mueca. —Ese Liam es un pervertido.

Mi primer día reamente apestó. El ambiente de trabajo era insufrible, nadie se conocia, para ellos yo era tan nueva como Rose, la vieja asistente personal de Liam (que llevaba tanto tiempo en la editorial como el papa en el vaticano). Nadie hablaba entre si, todo era trabajo, trabajo y oh... más trabajo (¿Mencioné ya que todo era solo trabajo?) Como sea, de todas formas eso no fue lo peor.

La noche anterior (justo después de que Katy se fuera a casa) Liam apareció en pijama de pie frente a mi puerta.

Sin decir más plantó una pila de papeles en mis brazos y ordenó:

—Necesito una opinión sobre las sinopsis de esos, estan proximos a publicar pero no confio demasiado en esas reseñas. Para mañana.

Lo miré como si me hubiera dicho que Katniss Everdeen era la chica en agua. Como a un Muto o Muggle.

—No estas hablando en serio Liam Woodgeth.

Las desventajas de vivir cerca del jefe,

Arqueó una ceja.

—Ni siquiera he comenzado a trabajar y ya tengo trabajo.

Arqueó aún más la ceja. No parecía realmente sorprendido por mi reacción. En cambio yo si estaba alterada por su pila de tareas.

—Solo necesito tu opinión, no tienes que leerlo todo...

—¿Quieres mi opinión?...

—Sobre los libros —advirtió Liam.

Pusé los ojos en blanco. —Mañana.

—Gracias.

—Ahora vete de aquí antes de que comience a vomitar palabrotas.

Sonrió con autosificiencia y se marchó.

Así que eso nos traía de vuelta a mi entrando al edificio Woodgeth. Mi primera impresión sobre los uniformes fue que había algo mal en ellos, había algo diferente en todos que yo no lograba entender.

—Buenos días —saludé a la recepcionista, quien hizo una mueca y asintió con la cabeza como respuesta.

Tal vez no es muy amable, pensé.

—Hola, soy Lucinda Webber ¿Podría hablar con Liam Woodgeth? —pregunté a la recepcionista del segundo piso.

La cosa es que el edificio Woodgeth era enorme y no recordaba cual era su oficina.

La mujer rubia me lanzó la mirada que probablemente le lanzaría a las cucarachas de su apartamento y resopló. —¿Qué te hace pensar que tendrá tiempo para ti, niña? Es un hombre ocupado.

—Bueno, él me pidió que...

Ella se inclinó y comenzó a soltar su veneno: —Escucha, no sé lo que te haya dicho Liam pero no eres especial, no eres la primera así que has el favor de ponerte un pantalón y dejar de caminar como prostituta... él ya ha visto piernas mejores.

Abrí la boca tan grande que creó que fue un verdadero milagro que no se dislocara.

Ah, bueno, al menos ya sabía que había de diferente en los otros uniformes... ¡Todas usaban pantalón negro!

Yo era, desgraciadamente, de estatura más bien... pequeña. Así que la ahora conocida "blusa de uniforme" no me quedaba tan corta, en realidad cualquiera podría confundirla con un vestido para alguien como yo. Cinco dedos sobre la rodilla (en mi opinión) no era para considerarme una prostituta.

—Señorita Webber —saludó una mujer mayor muy amable— Liam la espera.

Asentí sin dejar de mirar a la rubia recepcionista del segundo piso que lucía incriblemente aburrida.

Nesesitaría terapia despues de eso... ah y un pantalón.

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N/A: Hola :3

Bueno, solo quería darles las gracias a todos aquellos que recibieron mis extraños y preturvadores mensajes :) gracias por tomarse el tiempo de leer esto. Quiero mencionar a algunos por que realmente estoy agradecida con ellos.

-katniss-everdeen (que a pesar de que el español no es su idioma base esta tratando de leer lo que escribo... ah, y aceptó mi riñón).

-Caliope91 (que me ayuda con mis faltas de ortografía "le saco canas verdes xD" Muchas gracias!)

-Yami-Sk-1D (quien juró que rió como loca con mi primer capítulo Cx)

-imelda-1d-1999 (por no ignorarme y aceptar mi pan quemado de Peeta).

-Escritora2000 (por leer esto, votar, comentar y seguir aquí... GRACIAS!)

Y a todos los que leen esta historia, no los olvidé, les toca el proximo capítulo...
Por favor, si estas leyendo esto vota o comenta, quiero saber que hay gente aquí, no te toma ni dos minutos ;)

=] Alex

Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*Where stories live. Discover now