Cap. 8

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8. ¡TE DIJE QUE TENÍA MALA SUERTE!

Al final resultó que la oficina de Liam estaba en el piso 43, el ultimo piso del edificio Woodgeth. Debí verlo venir.

—Hasta ahora ¿Que tal su ambiente de trabajo? —preguntó la anciana agradable que minutos antes, se había presentado como Rose, la secretaria de Liam.

—Creo que me llamaron prostituta.

Dios ¿por que permites que siga abriendo la boca?

Estaba tan cansada que ni siquiera abrí los ojos como platos o comencé a balbucear tratando de enmendar el error, quiero decir, de todas formas eso nunca funcionaba para mí.

—Oh... pues... lo siento. Sientase libre de enviar una queja al departamento de asesorías.

Genial, como en la primaria.

—Gracias Rose.

Rose asintió y entró a la oficina de Liam para anunciar que la loca Webber estaba por entrar.

—Adelante.

Todo el sitio era una locura. Era la oficina más inmensa que había visto en mi vida.

—No voy a acostarme contigo.

Lo miré confundida. —¿Eh?

Liam señaló mis piernas desnudas. Probablemente con ese frio tendría las piernas tan atractivas como las de una gallina. Así que no me pasó de largo su tono burlón.

—¡Nadie me dijo que tenía que usar un pantalón!

—Estaré en la recepción —se disculpó Rose. Juararía que estaba tratando de contener una carcajada.

La historia de mi vida.

—¿Y creíste que sería una regla venir así en noviembre? —preguntó incredulo.

Suspiré. No estaba de humor para pelear con mi jefe. —Terminé las reseñas, la primera (en mi opinión) es un asco. Si yo fuera la madre de Nickolas Sparks le pediría que diera un tiro antes de publicar esa sinopsis. ¿Quién la hizo?

—Mi hermana —respondió mirandome mal.

—Pues la reseña de tu hermana apesta —aseguré sin remordimiento— La segunda es buena, pero creo que se puede mejorar, para ser honesta un libro de Kiera Cass se vendería como pan quemado a tributos con otro tipo de contraportada.

—¿Pan quemado a tributos?

Lo miré... y lo miré... y lo miré.

—¿Peeta? ¿Katniss Everdeen? ¿Los juegos del hambre? —y en cada pregunta clave el fruncía cada vez más el ceño— ¿Suzanne-asesina-Collins?

—Oh, el libro de Suzanne.

—¿No conoces los Juegos del Hambre? —pregunté con incredulidad.

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Puso los ojos en blanco. —Tengo cosas más importantes que hacer.

—Oh, por Dios —me llevé una mano a la boca— Tu vida es un sucio agujero negro lleno de vacio y miseria.

Abrió la boca para responder pero pensandolo mejor frunció el ceño y preguntó:

—¿Cómo algo puede ser vacío y lleno?

—¿Ni siquiera las peliculas? —pregunté con la esperanza de no estar trabajando para un Muto.

Rodó los ojos. —No tengo tiempo para esto... ¿Y las reseñas?

Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*Where stories live. Discover now