Cap. 36

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36. NO SE VUELVE A REPETIR.

Llegué a la editorial como todos los días, caminando las doce cuadras de distancia entre el departamento y la editorial pero esta vez con pantalón y con una actitud machacada pero positiva. Pasara lo que pasara ese día no podía superar al día anterior.

Y creo que aún así quería hacerle competencia.

Las cosas al principio parecían ir bien, ya no tendría que trabajar en un feo cubículo, ahora tendría mi propia oficina ya que al fin habían terminado de arreglarla. La mejor parte era que ya no tendría que verle la cara a nadie.

Entré y comencé a instalarme cuando Maggie, una de las secretarias junto a mi cubículo entró a soltarme la noticia del año (aparentemente).

-... entonces caminó hacia su oficina...

(...)

Comencé a jugar con el lápiz entre mis dedos.

-... su cabello es rojo natural, un rojo muy fuerte...

(...)

Comencé a jugar con el sacapuntas.

-... Salma dijo que le parecía conocida...

(...)

Comencé a jugar con el borrador tratando de parecer interesada mientras asentía con la cabeza y la miraba con seriedad. Me había perdido después del "Tengo un chisme increíble" que Maggie me soltó al entrar. Tenía que terminar las reseñas del fin de semana pero no quería ser grosera con Maggie... así que continué asintiendo mientras intercambiaba el borrador por la pluma.

-... después de investigar descubrimos que es modelo...

Silencio.

-Ah... pues... ¿que gusto tenerla aquí?

Crucé los dedos para que no notara lo perdida que andaba en el tema.

-Está hablando con Liam.

Asentí.

-Woodgeth -aclaró Maggie.

-Lo sé.

-Bueno, pues puedes estar feliz ya que no eres el blanco de Kennya esta vez.

Hambre, tenia mucha hambre.

Fruncí el ceño. -¿Eh?

Maggie rió leve. -¿Recuerdas la platica que tuvimos sobre los colores de cabello?

-Ajá.

Una hamburguesa tal vez, o un hot-dog...

-Te dijimos que el cabello era una de las debilidades de Liam Woodgeth ¿cierto?

Asentí. -Te sigo.

Tal vez pueda comprar una limonada también... o un jugo de manzana.

-Y te dijimos que adoraba el negro azabache... pero simplemente no resistía ante el rojo -recordó.

Arqueé las cejas.

-¡Liam va a acostarse con ella, niña!

Mis labios formaron una O y me encogí de hombros.

-No es mi asunto.

También estaba la opción de ir a comer pizza a la salida.

-Creí que estaban saliendo.

-¡Por supuesto que no!

Ew.

Comencé a palpar disimuladamente mis bolsas traseras. Mierda había olvidado la cartera.

Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*Where stories live. Discover now