Reina del Desastre (LR #1) *DISPONIBLE EN LIBRERÍAS*

Cap. 43

43. SOBRE TODO NO ENTRES EN PÁNICO.

—¡¡AAAAHHH!!

—¡¡AAAAHHH!!

—¡No, no, no, Luce, perdona! ¡Lo siento! No esperaba verte despierta, Liam dijo que probablemente no despertarías hasta mañana.

La miré aún alterada. —¿Dónde esta Liam?

—Está... —cerró los ojos— está es su habitación, pero probablemente...

—¿Qué demonios está pasando? —entró Liam de golpe.

—... llegue por los gritos —completó la rubia más para si misma.

—Yo... los dejo solos —y la chica se fue.

—¿Por qué me dejas sola con tú novia? ... ¿Y donde estamos? —pregunté molesta.

Se pasó ambas manos por la cara y suspiró. —Es mi... em... casa... y Lia es mi hermana, no mi novia.

Oh.

—¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no tengo mi ropa? ¿Y por que me apesta tanto la boca?

Liam rió. —Puedes usar el baño, si quieres —señaló hacía la puerta de la que había salido Lia minutos antes.

Asentí. —Gracias.

Pero apenas me puse en pie, mi tobillo se dobló y caí al suelo como rana recién operada.

—¡Estoy bien! —me incorporé de un salto.

Entré al baño y... Oh.Dios.Mio... era enorme... ¡y tenía mentitas! Ordenadas por colores claro... incluso tenía su propio control climático ¡¿Quién demonios climatiza el baño?!

Miré sobre la barra una pila de cepillos dentales nuevos (predeciblemente ordenados por colores), enjuagues nuevos,  hilo dental nuevo, crema dental nueva. Tener tanto dinero y gastarlo en trivialidades debía ser divertido... nunca lo sabré, claro.

Tomé un cepillo, la crema dental y enjuague para comenzar a matar ese horrible hedor en mi etílica persona.

Lavé mi cara, retiré el maquillaje con las toallitas húmedas que había sobre la barra y retiré cada broche de mi cabello.

Cuando estuve lista y a punto de volver a quedarme dormida de pie, salí.

Liam estaba recargado en la cabecera de la cama con los ojos cerrados. Ese fue el momento en el que me percaté de la pequeña herida lineal que tenía sobre la ceja derecha.

Exhaló cansado.

—Quise llamar a Katy pero dejaste tu teléfono en Brow Hill.

Me senté junto a él. —¿Brow Hill?

Sonrió sin abrir los ojos. —Olvidé que en realidad estabas en una fiesta adolescente.

—¿Por qué me trajiste aquí?

Tensó la mandíbula.

—Te ibas a ir con ese imbécil —dijo entre dientes, escupiendo la palabra "imbécil" como si el solo hecho de pronunciarla le diera urticaria crónica en la entrepierna.

—¿John?

No respondió.

—John no es un imbécil. Es un buen hombre, trabaja en...

—Ya sé lo que hace —cortó.

—¿Por qué lo odias? Liam, John no iba a hacerme nada ¿entiendes? Es trabajador, responsable y un buen... ¿Qué estas haciendo?