Alone In The Woods [KookV/ Yoonmin/ Namjin]

Capítulo 14

El cielo color azulado y los dorados rayos del sol eran apenas perceptibles en la pequeña casa de los Jeon, aparentemente la calidez de lo que fue un hogar se esfumó ya hace varios meses, cuando su adorado padre murió en el hospital, pero a pesar de ello Jungkook trataba de sobre llevar la situación, ser un apoyo para su pobre madre que seguía en duelo y su hermanito que nada comprendía.

No era para nada agradable ver a la persona que más amas en el mundo sufrir de un momento para otro, pero eso fue justo lo que paso, y las cosas no estaban mejorando, las deudas del hospital los tenían hasta el cuello, Jungkook con dos trabajos y la escuela sólo podía aportar una pequeña cantidad para sobre llevar la situación, y cuando su madre perdió su trabajo sabía que debía esforzarse aún más por su pequeño hermano.

¿Por qué a mí?

¿Estoy pagando por mis pecados?

¿Debería culpar a padre por enfermarse y dejarnos en esta mierda?

¿O debería enojarme con mamá por dejarme con esta carga mientras ella se hunde en llanto y Taehyun sufre por todo?

Esos pensamientos pasaban por su mente en las madrugadas donde ni siquiera el ruido de los grillos le hacían compañía, sabía que estaba mal querer culpar a todos, pero teniendo 17 años y con esa gran carga sobre sus hombros, trataba de tomar un papel que no era el suyo, a pesar de esos demonios que le decían todo aquello, el cariño por su mamá y su hermano le daba fuerza y valor para soportarlo, sabía que tener esos pensamientos solo le harían daño.

Aún no había estirado sus músculos cuando la alarma de su mesita sonó y le alertó que el día estaba por empezar, restregó sus manos contra sus ojos aún adormilados, y despertó a Taehyun.

—Buenos días— le saludó alborotando los cabellos del menor el cual sonreía.

—Benos días junko— dijo el pequeño de cuatro años.

—¿Hoy será la pijamada de HueningKai, verdad?— le preguntó al pequeño.

—Ti— Contestó con emoción —Vamos a ver peiculas y pomer así de paomitas— eufórico hacía un gran círculo con sus brazos alzados.

A Jungkook le enternecía aquello, deseaba darle una vida mejor y sabía muy bien que si la trabajadora social lo encontraba con bajo peso de nuevo no lo volvería a ver, recordaba como Taehyun en aquella ocasión cuando intento llevárselo se había negado mordiendo a la mujer de traje, por ello cuando la mamá de su amiguito lo invitaban a pijamadas no dudaba en decir que sí, en esa casa tal vez tendría una cena decente, no solo la mitad de una taza de fideos instantáneos o kimchi con agua.

Le pellizcó en juego su naricita mientras su hermano reía y tomó los uniformes del día anterior, le colocó uno a su hermano para luego vestirse él, lavar ropa era un lujo para la gente con tiempo y él lo tenía contado, agarró los pequeños zapatitos de vestir y miro como el hoyo de la suela era un poco más grande de lo que recordaba, los colocó en los piecitos de Taehyun.

—Tendré que encontrar otro trabajo— susurró para sí mismo, no podía comprar un nuevo par si ni siquiera tenía dinero para el alquiler del mes.

Ambos se tomaron de las manos y caminaron por el largo pasillo desgastado hasta la puerta que siempre estaba semiabierta, dieron un vistazo, la mujer que les había dado la vida estaba sentada en el piso abrazando sus piernas, como si tratara de reconfortarse a sí misma.

—¿Mamá?, ¿Cómo te sientes hoy?— preguntó con la dulce voz que siempre le hablaba.

—¿Jinyoung?— su madre despertó exaltada preguntando el nombre de su padre.