Capítulo 9

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—¡Yoongi, Yoongi!— escuchó la dulce voz de una mujer mientras lo removían para despertarlo de su sueño, abrió sus obscuros ojos de repente confundido, estaba en su habitación color azul recostado sobre su cama, se sentó velozmente cuando escuchó nuevamente a su madre —Toma a tus hermanos y llévalos al refugio, ¡Rápido!

Yoongi se levantó apresurado colocándose sus zapatos, agarró una manta de su estantería dejando caer su adorada colección de estampillas en el suelo de madera, pero no le dio importancia, escuchó el sonido de un sinfín de aviones de guerra sobre ellos, el ruido se intensificaba casi como si estuvieran sobre su cabeza, las sirenas que anunciaban un bombardeo resonaron en sus oídos, los gritos y el escándalo de la gente se filtraban por las finas paredes de la casa brindando un ambiente tenso y de temor.

Corrió hacia el cuarto al final del pasillo donde sus pequeños hermanos estaban frotando sus ojitos con pesar debido al estruendoso ambiente —Soobin, Yeonjun vengan acá— dijo con suavidad mientras abría sus brazos para tomarlos, los pequeños con confusión se acercaron a él —Vamos a jugar a las escondidas, yo les voy a poner está cobija sobre ustedes y van a contar hasta diez mientras se tapan sus orejas— comentó mientras los cubría con la manta —No se vale hacer trampa y querer ver hacia afuera, si lo hacen pierden.

—¡Sí!— gritaron alegres y con la inocencia de la infancia.

Esa maldita guerra atormentaba a su familia, aún no estaban contentos con mandar a su padre a la guerra para que muriera en el frente de batalla, ahora también querían arrasar con la gente de su ciudad, con sus amigos, con su familia, sólo por el beneficio de unos pocos, ¿Qué sentido tenía matarse entre sí con ese conflicto? La respuesta, el obtener poder y ambición, retrasando aún más a la humanidad.

Escapó de sus pensamientos cuando la tierra bajo sus pies se removió por una explosión cercana, corriendo salió de su casa casi destruida con sus hermanos en brazos, trataba de no tropezar con sus piernas mientras tomaba las cabezas de los pequeños cubriéndolas con seguridad, de nuevo el sonido de las balas impactando sobre el pavimento de la calle hizo eco a su alrededor, las alarmas cada vez eran más fuertes alertando a los ciudadanos y los gritos de sufrimiento de personas que automáticamente habían perdido todo se escuchaban vívidamente esa noche, estaba seguro que lo atormentarían hasta en sus mejores sueños.

Abrió con contratiempo las dos puertas de madera adentrándose en el diminuto cuarto de concreto bajo tierra, este estaba fuera de su casa y tenía costales alrededor, en su interior contaba con nada más que un par de mantas, almohadas y un foco que brindaba luz y calor.

Bajó a ambos pequeños que lo miraban confundidos —Quédense ahí— ordenó regresando por su madre aún en el interior del edificio.

Caminó entre la destrozada sala de estar, el reloj, la medalla de su padre y varios de los cuadros estaban regados por la alfombra, evadió los vidrios rotos para llegar a la cocina donde su madre llenaba un termo con agua del grifo.

—¡Mamá sal y ve con mis hermanos, yo me encargo de esto!— dijo tomando un par de barras de pan, enlatados y el rifle que colgaba en la pared mientras regresaba al albergue dónde sus asustados hermanos estaban hechos bolita temblando del terror, no comprendían que estaba pasando, por un lado de ellos su madre con ansiedad acomodaba los alimentos que Yoongi le pasaba.

Tenía el presentimiento de que algo faltaba —¡Carajo! Olvidé la fotografía de papá— dijo Yoongi alejándose con prisa, debía salvar el recuerdo de su padre, quería tenerlo en su mente y que sus pequeños hermanos recordaran su memoria.

Su mamá lo observó con aflicción —¡Déjala!— sollozó, pero era muy tarde su hijo se había metido una vez más a la casa.

Buscó con su mirada encontrando el retrato de su difunto padre en el piso, lo tomó en sus manos, una explosión se escuchó al lado de su casa sacudiendo todo, perdió el equilibrio cayendo tajante al piso rompiendo el vidrio de la fotografía, otra sacudida brusca se sintió en las paredes de su edificio, Yoongi intentaba con desesperación salir de ahí.

Una onda de expansión se creó alrededor cuando una bomba se impactó, que lo quemó y voló una de sus extremidades sin siquiera responder, sollozaba debido a la sensación y ardor de su cuerpo, era una completa tortura, sentía como su carne se quemaba, como cada nervio de su cuerpo era estimulado y calcinado al instante, era un tormento, era ser arrojado al infierno de la forma más dolorosa posible, murió casi al instante pero no sin antes vivir un calvario en vida, no hubo nada que él pudiera hacer para salvarse.

Sus hermanos y madre lloraban devastados, gritaban con pesar tirándose al suelo, abrazándose con miseria, había perdido a un ser querido, su hermano y su hijo ya no estaba, su familia se había destruido frente a sus ojos.

En sus últimos momentos no pudo evitar pensar en su familia, en las cosas que lo hacían feliz, en los recuerdos de su padre cuando lo ayudaba a arreglar su pequeño carro o como se enamoró por primera en secundaria, esos sentimientos, esas añoranzas, todas fueron arrebatadas, la segunda Guerra mundial había dejado muchas familias destrozadas y a su vez miles perecieron ante la ambición y el odio de unos ideales imposibles de resolver.

En definitiva, ambas almas en pena se habían logrado desprender de aquello que los ataba al mundo terrenal, esos objetos que les brindaban tranquilidad, pero también una gran conexión con su vida anterior, una daga de metal y un faro con fuego dentro, esas eran sus posesiones más preciadas, que de un momento a otro desaparecieron y junto con ellos su pesar.




Muchísimas gracias por leer.

Alone In The Woods  [KookV/ Yoonmin/ Namjin]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu