Cambios de la Vida

CAPITULO 11

Salgo cuidadosamente del baño, mirando hacía todos lados para ver si de verdad César se fué, y cuando estoy convencida de que ya no está, me permito salir de mi disque escondite, veo en dirección del espejo que está frente a mí y me veo como si me acabo de levantar, Tocó mi rostro no sé simplemente es algo que no puedo evitar en algunos casos.

Mi piel es suave y delicada, pero eso de que me sirve, pues no importa mucho, muchas veces me e dicho frente al espejo que soy un monstruo con piel delicada, pero no evita que deje de ser un monstruo claro, siempre eh Sido pesimista y ya me acostumbré literalmente.

Después de este un rato observando mi rostro, decido que ya es momento de salir, pues aún tengo clases, y no puedo darme el lujo de faltar, pues es algo que me gusta tener bajo control, aparte que soy becada.

Salgo lo más tranquila que puedo, con la mirada por los suelos, y no sé que medio de levantar mi rostro, y voy viendo a César sentado el pasillo, ¡En el suelo!, Ahh este chico ¿que quiere?.

En el momento que el se da cuenta que ya lo ví, se levanta de una y se acerca a paso decidido hacía mí, pero mis pies han reaccionado en un dos por tres, no me doy cuenta que voy corriendo sin ninguna dirrección.

Lastima que no sea buena en atletismo, por qué sino ya lo hubiera dejado bien atrás.

El de arriba, no quiso darme habilidades para salvar mi propio pellejo.

-Marcela, espera hombre- dice César gritando detrás de mí, logrando alcanzarme en que ¿un Segundo?

-Vete, vete no te necesito, ya te lo dije yo odio a los chicos y nadie me ara cambiar de opinión- tal vez y capta que no lo necesito.

-pero ni siquiera me das la oportunidad de demostrarte que soy diferente a todos ellos yo si quiero ayudarte quiero que seas mi amiga - ándale con la misma cantaleta.

-¡¡Tu no me conoces, no sabes lo que me an hecho todos estos años, tu no sabes lo que me a tocado que vivir, tu no sabes todas las pesadillas que me a tocado aguantar  a causa de ellos!!- siento como mi cabeza palpita con un leve dolor, pues me eh alterado mucho.

El se queda callado ante las palabras que le eh dicho, pues me exalte demasiado diría yo. Pero aún así sigo.

-¡Eh sufrido tanto que ya estoy perdiendo las ganas de venir al instituto!, ¡pero por la economía de mi familia no tengo como salir de aquí, ya que estoy becada por este instituto!- no cabe duda que eh dicho más de lo que me hubiera gustado decir.

El sigue en un silencio sepulcral, que no sé si es de la impresión o simplemente está en otro mundo.

-¡Todo lo que me a tocado que pasar me está destruyendo poco a poco, ya no quiero tener amigos por miedo a ser lastimada!- cuánto arde mi corazón al soltar esas palabras.

Explote, todo eso se lo dije gritando ya no me lo podía guardar, es cierto que las personas tenemos un punto límite y cuando llegamos a él soltamos hasta lo más profundo, de nuestros pensamientos, ó recuerdos.

Después de que le eh dicho todo eso, y que él aún no me responde, Pensé que se iría pero, no.

- Marce tu tienes razón, no se todo lo que has vivido, pero quiero ayudarte y ser tu amigo, y después de saber que llevas muchos años siendo lastimada me da coraje que te causen tanto daño, pero sabes que esto no se va a quedar así, esos  chicos me van a escuchar no se vale que te estén lastimando tu no les has hecho nada y ya estuvo suficiente me van a escuchar, te voy a defender porque tu eres una gran persona y ninguna lágrima derramada a causada de lo que te hacen  ellos vale la pena- que profundas son sus palabras para mí.

Dichas sus palabras, quedé estupefacta, pero pronto reacciono.

-Por favor no les digas nada te van a decir cosas que no quiero que sepa nadie, por favor si quieres que te de una oportunidad de demostrarme que tu eres diferente a ellos prométeme que no les vas a reclamar por favor ¿prométeme por favor?-  le digo con un tono suplicante.

-esta bien te lo prometo no les diré nada y ya vamos que falta poco para que toquen el timbre - dicho eso regrese al baño pues, no me había cambiado.

Después de unos dos minutos salí ya cambiada y limpia, como si nada había pasado  cuando salí por completo de los baños claro el estaba fuera después que tuvimos esa plática, bueno desahogo de parte mía, le pedí que me diera tiempo para poder acostumbrarme a su presencia.

Cuando salí estaba el en el pasillo sentado en el suelo, con dos refrescos en la mano cuando me acerque se quedó con la boca abierta después que salió de su transe se puso de pie y me extendió la mano

-vamos Marce - me dijo en un tono suave

- Vamos César- le contesto

Me dio un refresco de los que a mi más me gustan obviamente de naranja y nos dirijimos al salón y cuando entramos todos se nos quedaron viendo pero no comentaron nada lo cual me tranquilizó y nos dispusimos ir a nuestros pupitres y por desgracia tenía que pasar frente a Antonio.

Se cuente amargo pronunciar su nombre hasta en mis pensamientos, después que me había gustado su nombre, ahora siento algo de ¿Repulsión? Umm no lo sé, pero tampoco, es que tenga ganas de averiguarlo ¿No?.

"No todo es lo que parece"

"No todo lo que brilla es oro"

Lastima que no lo comprendí a tiempo.

" Si la vida trajera un manual de instrucciones, tal vez y solo tal vez, fuéramos diferentes"

Ahhh y por cierto señor, acuérdate de Andrés, o te lo llevas o te lo mando, por qué ya bastante lo eh soportado.