Nakama [Naruto-OnePiece]

💀 Capítulo 3: Problemas 💀

9 Años después.

Una joven de cabello rosáceo cargaba una gran caja de frutas mientras un chico de cabello rubio la miraba con burla, esta ante la atenta mirada del chico tomo un coco de la caja y se lo arrojo justo en la cabeza...

—Jajajaja!!!

—¡¡¡Sakura!!! deja de molestar a la tripulación...

—Sakua, deja de molestar a la tripulación... –imito infantilmente al jefe luego de que este desapareciera por el camarote principal, el chico, quien aun estaba en el suelo lentamente se desangraba–

Los años habían pasado, lo cual produjo un cambio radical en el cuerpo de la pelirrosa, ahora era mas alta, aproximadamente un metro sesenta y cinco centímetros, sus pechos habían crecido, no a tal grado de exagerar pero si eran algo grandes, su vestimenta era algo común, solo portaba un chort de mezclilla azul y una camiseta verde pastel con franjas blancas, además de un par de sandalias y un pañuelo rojo cubriendo su cabeza, también su cabello habia crecido, ahora le llagaba hasta su cintura, la cual era pequeña y le daba un aspecto sexy...

—Si sigues en el suelo acabarás insolado y muerto por desangramiento...

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La vida en aquel barco mercantil era rutinario, para pagar su estadía más la comida, tenia que cargar y descargar todos los productos de Fruit and meloon, que cada día de cada semana transportaban a diferentes partes del océano. La vista era impresionante y los lugares que visitaban por trabajo no se quedaban atrás, bueno, solo si hacia su trabajo rápido para así tener una o dos horas para explorar el lugar.

No hace mucho que estaba en Fruit and meloon, aproximadamente tres meses, pero a comparación de su antigua vida ella, no consideraba su trabajo como un trabajo, sino más bien como unas vacaciones donde pagaba por su estadía con trabajos pesados, si, no era un trabajo, solo tenia que verlo con diferentes ojos y así se convertiría en una linda playa...

—Hey Sakura!! deja de fantasear despierta y toma la ultima caja de manzanas.... –tras lo dicho por aquel hombre de mediana edad, Sakura tomo una caja pesada, pero no para ella, y la cargo para posteriormente bajar del barco y prácticamente correr al mercado que se encontraba cercas del puerto–

...

Una hora después se podía mirara a la pelirrosa caminar tranquilamente por las calles de aquella isla, de la cual no le habían dicho el nombre. Sakura admiraba los edificios altos y los caminos empedrados, aquellas hermosas edificaciones le traía recuerdos un tanto dolorosos, negó con la cabeza dispersando aquellos recuerdos. Sus ojos se enfocaron en un lugar, llego a un restaurante donde el ambiente estaba muy animado para su gusto, pero el olor a carne azada le abrió el apetito, dispuesta a degustar aquellos manjares se sentó en una mesa libre.

Tras ver como la mesera se iba después de tomar su pedido observo detenidamente todo el lugar, los borrachos no faltaban y eran pocas las mujeres que se encontraban en aquel lugar, solo era ella, dos meseras con pinta de zorras y una joven de cabello naranja que le daba la espalda, lo que si podía mirar era como su acompañante de mesa comía, no, mas bien tragaba muchas porciones de carne, luego de estar mirando aquel extraño momento se fijo en el platillo que la pobre mesera trataba de cargar, se disculpo mentalmente con aquel azabache, y cuando por fin trajeron su orden se propuso a comer todo, a diferencia del moreno ella no trago, comió como cualquier gente civilizada.

...

Las campanas de la iglesia sonaron, ya era medio día y tenia que regresar al Fruit and meloon, le hubiera gustado quedarse unas horas mas pero por desgracia su trabajo la llamaba. A paso lento camino hacia el puerto, mas una conversación la dejo con los pelos en punta...

—Oíste, unos pirata están peleando con unos navegantes de frutas en el puerto –dijo una viejo de cabello canoso a otro señor de avanzada edad, Sakura al escucharlos supuso lo peor, su maldito trabajo se iría a la borda si aquellos piratas robaban el barco en el cual trabajaba–

—Que lastima que no este la marina en esta isla, así podría derrotar a esos despreciables piratas...

—¡¡¡Mierda!!! ¡¿Por que me persigue la desgracia?! –Grito a los cuatro vientos corriendo hacia el puerto–

—A pero que niña tan maleducada, mira que decir groserías con esa cara de ángel...

—Si, ya no respetan a los mayores, mejor vamos al juego de bingo...

—A quien le toca decir los números esa vez??...

—A Claudia...

—La santurrona de Claudia es una muda cuando nada le interesa...

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Espero que les haya gustado.

✓✓ Editado.