Nakama [Naruto-OnePiece]

💀 Capítulo 42: El último vistazo a un árbol de cerezos 💀

—No creo caber por aquí.. –sonó dudosa, la chica se rascó la parte de atrás de la cabeza y sonrió incómoda–

El conejito asintió y se metió al agujero de un árbol, luego saco su pequeña patita y le hizo un ademán a la pelirrosa para que entrara. Sakura suspiro y comenzó a entrar, aunque a medida que su cuerpo entraba sentía que ya no podía más, hasta que por fin logró entrar por completo, sacudió sus pantalones y abrigo y se enderezó por completo. Se había sorprendido del enorme túnel en el que se encontraban, no solo era ancho a los lados, el techo estaba muy en alto, bueno, supuso que los Lapahn habían construido ese túnel, después de todo eran conejos.

Kurosagi la empujó de las piernas para que avanzará. Sakura sonrió y comenzó a caminar junto al conejito que daba saltitos. Ambos llegaron a una sección de la madriguera apartada del resto, lo sabía porque aquella parte no estaba iluminada muy bien con lámparas de aceite. Ella suspiro y se sentó en el suelo de tierra, inhaló profundo y luego exhaló, aún le incomodaba estar en lugares cerrados, aunque el lugar estaba muy amplio no se podía ver nada de luz que no fuera artificial. Kurosagi saltó hacia su hogar, cogió algunas pertenecías que tenía, como; un cepillo blanco con un espejo en la parte trasera, una bola de lana con una aguja para tejer (era una de las pocas pertenecías que le quedaban de su madre, la atesoraría por siempre), algunas semillas de plantas medicinales, el cofre del tesoro de su madre y un poco de alimento, al terminar guardo todas las cosas en una pequeña mochila de una sola asa. Cuando salió tocó el hombro de la pelirrosa, está levantó la cabeza y asintió...

—Hay alguna ruta para salir al mar??.. –el conejito asintió y comenzó a dar saltitos a dicho lugar–

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—Por cierto, ¿Dónde está Sakura? –preguntó Nami al percatarse que su amiga pelirrosa no se encontraba en el lugar. Viví observó hacia todas partes y al igual que Nami no encontró a la chica–

—Salto de la montaña.. –dijo Usopp. Luffy río al recordar el rostro de sus nakama–

—Ha que bien.. espera ¡¿Que?! ¡¿Saltó de la montaña?!

—Ella sabe lo que hace Nami, está bien...

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—¡¡¡No estoy bien, no estoy bien!!! ¡Whaaaa!

Al parecer la ruta que habían tomado para ir hacia la costa era nada más ni nada menos que un tobogán, y envés de que le agradará la idea de resbalarse por la superficie le horrorizaba. Kurosagi-san reía por los gritos que soltaba la pelirrosa a medida de que se movían. Ha Sakura nunca le han agradado aquellas cosas, tal vez porque a su hermano menor se le ocurrió arrojarla de uno muy grande, tal vez, quién sabe.

Mientras ellos avanzaban por la superficie, Luffy y toda la banda se dirigían hacia el pueblo por un largo cable, siendo arrastrados por Chopper en su forma de reno. Sakura gritaba de miedo y Luffy reía por lo divertido de la situación. Kurosagi se golpeó el rostro por el absurdo miedo que sentía la pelirrosa, y el reto de los Mugiwaras admiraban la bella vista de la isla. Chopper sonreía por al fin tener amigos a quienes no les importa su ser, sino lo que hay dentro. Kurosagi quitó esa mueca de disgusto, bajo la vista y sonrió, a esa pelirrosa no le importaba el color de su pelaje.

Tanto a Kurosagi-san como a Chopper no los querían los humanos ni su propia especie, solo con aquellos piratas podían estar a gusto. Ser un pirata era un sueño que ambos compartían y que probablemente cumplirán a lo largo de ese tiempo.