36 | No ha logrado hacer nada.

959 91 20
                                    

Estaba en shock, ¿de dónde había salido? Sacudía a Kerstin intentando que entrara en razón, si no era nada grave debería de sanarse rápido y despertar, pero los segundos y  minutos pasaban y no reaccionaba

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Estaba en shock, ¿de dónde había salido? Sacudía a Kerstin intentando que entrara en razón, si no era nada grave debería de sanarse rápido y despertar, pero los segundos y minutos pasaban y no reaccionaba.

Comencé a gritar desesperada por ayuda, mi voz retumbaba en el bosque, desesperaba y lastimosa. Intenté cargarla para poder llevarla al palacio pero mis brazos estaban llenos de heridas que sanaban, pero muy lento, además de que algo punzaba fuerte en mi cabeza.

Me relajé cuando sentí una presencia conocida no tan lejos, venia corriendo en nuestra dirección, y detrás de ellas más personas. Dejé salir todo el aire contenido, estaríamos bien.

Damien llegó histérico y lo único que hizo fue tomarla en sus brazos y correr al palacio, sin preguntar o intentar nada, algo que agradecí, no podíamos perder el tiempo.

Fynn llegó poco después.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado analizando mi cuerpo.

Yo me limité a asentir mientras parpadeaba para enfocar mejor, el dolor de mi cabeza aumentaba y estaba mareada.

—Sí, bien —dije restándole importancia.

Pero cuando di el primer paso sentí como si me hubieran movido el piso.

—Espera, Lory —dijo Fynn sujetándome para que no me caiga—. Tienes sangre en la cabeza.

¿Ah, sí? Guié mi mano a mi nuca donde desde más arriba escurría un líquido caliente.

¡Demonios!

—Sí puedo ir —dije volviendo a moverme, pero esta vez mis rodillas se doblaron sin previo aviso y ahora si fui a parar al piso de cara—. Au, bueno, ya que, llévame —dije alzando los brazos.

Sentía su mirada en mi espalda, tenía esa vibra de te lo dije. Poco después ya me tenía en sus brazos y caminaba rápidamente al palacio.

El recorrido fue bastante molesto, pues con cada movimiento sentía que estaba en un terremoto de magnitud 10. Podía sentir las heridas pequeñas sanando, pero el dolor en la cabeza no disminuía.

Había tantas preguntas por hacer, pero primero mi instinto me decía que tenía que ser atendida rápido.

Llegamos al pórtico y Alex salió apresurado al notarme considerablemente herida.

—¿Qué pasó? —preguntó otro histérico mientras me tomaba él en sus brazos.

—No lo sé, pero tiene que ser atendida ya. —Alex no lo tuvo que escuchar dos veces y fue adentro donde ya estaban algunos doctores revisando a Kerstin en una camilla, aun no despertaba.

Rápidamente me sentaron en una camilla para revisar mi herida que cada vez me punzaba mas.

—Tiene una piedra incrustada en la cabeza —diagnosticó el doctor un poco alterado al terminar de revisar—. Necesito sacarla rápido o podría llegar al cerebro y eso sería fatal, pero dolerá, voy a traer anestesia.

Maldición FraternalWhere stories live. Discover now