El primer encuentro a solas.

4.9K 500 161
                                    

Narra Caín:

Tomo asiento enfrente del gato, ni un saludo surgió por parte de ninguno, las primeras palabras que escuchamos del otro fue al pedir un par de cafés. La tensión podía sentirse en el ambiente, como si un aura oscura rodeara toda la mesa, incluso pude notar que un par de clientes se retiraron del restaurante como si presintieran que iba a ocurrir una pelea entre nosotros. No iba a llegar a esos extremos, aunque si le hacía más daño a Jooin sería una obligación hacerlo.

Finalmente tomo aire y tomo la taza de café que recién nos sirvieron, soplo un poco el vapor y entierro la mirada en los ojos de Yahwi, los cuales hicieron lo mismo con los míos.

-Escucha, iré al punto. No quiero que sigas lastimando a Jooin, deja de jugar con sus sentimientos.- Le digo con firmeza. -Él no tiene la culpa de los problemas que pasen por tu cabeza, o si directamente esa es tu personalidad, aléjate de él. Podré tener cara de que no me meto con nadie, pero no me conocen cuando se entrometen con alguien que quiero...

Aprieto el puño que tenía recargado en la mesa, haría todo lo que fuera por mi amo, aunque este solo me viera como un amigo. De repente me saca de onda una risita burlona de su parte y le escucho decir:

-No te metas en nuestros asuntos, para que te quede claro, Caín, hay algo que aunque vayas de lamebotas siempre detrás de él no podrás tener, y eso es... su amor, yo le gusto y él me gusta a mí, así que te agradecería que salieras del camino para solucionar las cosas con él sin presiones. -Miro con superioridad su aspecto. -Si, con presión me refiero a tener un guardaespaldas gigante siguiéndole a todas partes. ¿Por qué no vas y te consigues a un amo que esté de tu calibre de idiota?

Debía mantener la compostura, no sabía como Jooin se había enamorado de tremendo patán. Al parecer el amor resulta siendo más ciego de lo que dicen; doy un largo sorbo de café con los ojos cerrados sin intenciones de responder a su pregunta directamente. 

-Supongo que intentar hablar contigo fue en vano, pero ni creas que aunque no te haya convencido dejaré de seguir a Jooin, lo protegeré de tu hostilidad y actitud asq-

Sin previo aviso, llega una chica que se le lanza encima a Yahwi abrazándolo, se veía ebria, al igual que varios de los que la acompañaban.

-Sunbaee~, que lindo se ve hoy, uhh y ¿ese es su nuevo amigo? ¡Que guapo! Soy Cristi, ¿tú cómo te llamas?- Exclama la chica con una energía radiante, aún tenía algo de cordura al parecer. Dejo mi cara de pocos amigos y le sonrío igual o más radiantemente.

-Soy Caín, un gusto conocerte Cristi, y pues no... solo estábamos hablando un poco pero ya me iba, lo dejo en manos de sus amigos.- Al levantarme de mi asiento, dos de los acompañantes de Cristi ponen sus manos en mis hombros.

-¡Vamos hombre! Cualquier amigo de Yahwi sunbae es nuestro amigo, además si apenas se conocen, ¡sería excelente que vayamos a beber todos juntos! Debes ver a Yahwi cuando bebe demasiado whisky, saca su lado "oscuro", por decirlo así.- Dice el de cabello alborotado, y debía admitir que eso de inmediato llamó mi atención, tal vez... darle otra imagen del gato a Jooin pueda hacerle cambiar de opinión, no para que se fije en mí, sino para que se aleje del barril tóxico del que estaba enamorado.

-Bueno... acepto, vamos, pero no me quedaré hasta muy tarde, jeje.- Les respondo con una sonrisa, se me hacía cómica la expresión de confusión que traía Yahwi en ese instante.


Narra Yahwi:

Estos sujetos habían rozado el límite de lo inoportuno, pero no me dio tanto impacto como la respuesta a la invitación que dio Caín, no sabía qué pretendía, pero no iba a permitirme mostrar una mala cara para que vaya de soplón donde Jooin. Pensé en irme y dejarlos con él, pero empecé a analizar las consecuencias que esto me traería. Me vieron a solas con él bebiendo un café, por los rumores que se han esparcido, fácilmente podrían pensar que era una cita a pesar de lo que les diga. Irme significaría huir y darle la razón a esas especulaciones, así que sonriendo falsamente asiento y todos terminamos yendo a un bar cercano.

Caín había pedido agua toda la noche, inconscientemente lo miraba frecuentemente atento a cualquier acción o comentario que pudiera perjudicarme. Yo bebía de manera normal, no iba a perder la conciencia con el perro aquí. Todo eran risas, bromas de mal gusto, comentarios acerca de las personas de nuestra universidad, los chismes dominaron la noche. A medida que bebía más, me distraía con cosas banales y conversando con los demás. Pero al llegar las altas horas de la noche, era hora de regresar a casa y Caín no se había largado, me parecía extraño, entonces fue cuando volteé a verlo topándome con él dormido sobre la mesa, su cara se veía roja, ¿Cómo era posible si ni siquiera había probado una gota de alcohol?

-Hey, hey, es hora de que regreses ¿no lo crees? Ya intentarás joderme otro día, que sepas que jamás me verás así de borracho como esperabas verme.-  Sin embargo, a pesar de moverle, solo me respondió unos balbuceos en inglés, y por su aliento pude notar que habían adulterado sus bebidas; y por desgracia... el resto se despidió sin tan siquiera darme cuenta.

Fue una molestia total cargarlo hasta el taxi y llevarlo a mi apartamento, no sabía absolutamente nada de él como para llamar a un familiar, y ni pensar en llamar a Jooin, sería como echarme la soga al cuello. A duras penas logro dejarle en mi sillón, la idea de dejarlo en un hotel a su suerte a penas me pasó por la cabeza, suponía que se debía a que una parte de mí quería conocer más a cerca de Caín para alejarlo de Jooin, aunque esto me tomara más de una noche.

Voy a asearme y a dejarme caer en brazos de Morfeo, admitía que el alcohol también me volvía dormilón. Una vez que me duermo, todo queda en paz hasta el amanecer. Me remuevo en la cama y muy perezosamente me levanto al baño y seguidamente voy por un vaso de agua; me sentía fatal, había bebido anoche con mis amigos, era lo único que recordaba. A la mitad del vaso, tocan la puerta, debía ser la vecina a quejarse, posiblemente volví a dejar la puerta de abajo abierta anoche por descuidado. Al ir hacia allá y abrir la puerta, no podía creer lo que estaba viendo, casi derramo el agua al verlo.

-¿Jooin?-. Exclama alguien de detrás mío.


Próximo capítulo: Un reencuentro totalmente inesperado.

Donde ama uno, aman dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora