Dando una mirada al pasado

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Narra Caín:

Cuando logramos ver una pequeña luz al final del túnel, había sido yo el que lo estropeó todo. Solo ocurrían cosas malas, ¿Acaso hicimos algo para merecerlo?... ¿Tan malas personas hemos sido?... O quizás, solo estamos pagando el error de alguien más. 

Pensaba y pensaba dándole vueltas a cada detalle ocurrido desde que conocí a Yahwi, pensar en él me hacía sentir el cómo se me estrujaba el corazón, porque no quería que nada malo le pasase... y aún así no podía hacer nada. Estiro las manos atadas tomando la del pelinegro entre ellas, cierro mis ojos y agacho la cabeza.

-Si tu bienestar... implica que esté lejos de ti, no me importa irme... pero déjame ser egoísta y decirte adiós cuando estés consciente...

Le susurro dándole un suave beso a su mano. Todo este tiempo habíamos luchado contra el destino, sintiendo una fuerte necesidad de permanecer juntos, sin importar lo lejos que tuviéramos que ir. Sin embargo... ser el causante de su herida, verle sufrir de esa manera me hizo dar cuenta de que lo que verdaderamente importaba es que Yahwi fuera feliz, que esté bien con o sin mi. De repente, empiezo a escuchar voces extrañas, no parecían provenir de la ambulancia donde íbamos, me dejo llevar soltando un leve suspiro, podía a ver a unas personas a lo lejos reír en un lugar no muy familiar, decido acercarme para escuchar y ver lo que estaba sucediendo en ese sueño o peculiar visión...

Hace varios años...

 -Es mi turno de escoger el lugar, síganme, prometo llevarlas a un lugar muy divertido-. Dijo con entusiasmo el padre de Yahwi, mientras empezaba a caminar rumbo a una sala de karaoke.

-¿Estás seguro? Porque la última vez que dijiste que sería divertido, nos llevaste a un museo...-. Responde una mujer joven de cabello marrón hasta los hombros, su vestimenta era muy psicodélica y era algo baja de estatura.

 -We will go to karaoke-. Añade una hermosa chica con una larga cabellera rubia y una gran sonrisa, a leguas se le notaba que era extranjera.

 -Ouh, es que ya lo habían hablado juntos? ¡Eso duele chicos!-. Se hace la ofendida poniendo la mano en su pecho, niega con la cabeza y adelanta el paso, esa sonrisa tiembla un poco del coraje pero era mejor no darle importancia a esas cosas.

 Al llegar al karaoke, la noche inicia con buenas tandas de carne de cerdo y unas sodas con alcohol, los tres la pasaban fenomenal cantando canciones que ni siquiera entendían bien su traducción, incluso cualquiera podría pensar que era una alegre invocación a algún demonio desde lo más recóndito del Inframundo. Se podía notar la cercanía de hace tiempo entre el chico y la chica más baja, tenían demasiados gustos en común y se reían con cualquier tontería que se les ocurriese. Ella estaba enamorada de él. Y como el peor cliché realista del mundo, él tenía sus ojos en la recién llegada, pues era a la única a la que le servía y daba de comer como a una princesa.La rubia había llegado de Inglaterra hace unos meses como estudiante de intercambio de una maestría, aún estaba algo floja con el idioma pero eso no fue barrera alguna para entrar en ese pequeño grupo de amigos. 

El interés entre ambos se hizo notar al madurar la noche, roces, toques de manos y miradas eran el tormento de la castaña. Fue entonces que en el fin de una canción romántica, todo en su mundo se quebró. Un beso fue la gota que derramó el vaso para ella, no tardó en salir de allí y dirigirse al baño, empapó su rostro de agua múltiples veces queriendo despertar de esa pesadilla. Sin esperarlo, alguien llega y toma su hombro. 

 -¿Are u ok?-. Pregunta con preocupación, quizás le había afectado demás el trago o algo le sucedía.

 -... No me vengas con cuentos, y te lo voy a decir lento para que me entiendas bien...-. Levanta su cabeza enfadada y la encara como puede. -¿¡Vas a decirme que nunca te diste cuenta de lo que sentía por él!? 

 Se queda en silencio y agacha su cabeza avergonzada, luego de unos segundos susurra: 

 -Es que yo... también lo amo... y...

-¡Y yo lo he amado por mucho más tiempo que tú! Te dí hasta acogida en mi casa, te enseñé muchas cosas para que te adaptaras bien y ¿¡Así es como me pagas!?... Por qué no te dejé en la calle desorientada el día que te conocí... 

 La respuesta de la contraria fue retroceder, y luego de un corto "lo siento" arrancó a correr fuera del establecimiento entre lágrimas. El chico asustado, entra al baño a preguntar lo que pasa, así que la castaña le dice entre leves lágrimas:

 -No fue nada... Ella solo... Cree que ha sido todo muy rápido y abrumante... Me pidió que te dijera que no la siguieras, necesita un tiempo a solas...-.Él, al considerarla su mejor amiga, creyó cada una de sus palabras. 

La rubia terminó recogiendo todas sus cosas y devolviéndose para Inglaterra a terminar sus estudios allá. El chico no quiso molestarle, pues se sintió culpable de la reacción de ella, así que no la buscó. Aunque tampoco mantuvo ese lazo tan fuerte que tenía con su amiga, poco a poco fue apartándose hasta que tomó un camino de vida diferente.Todo ello nunca fue olvidado por esa chica ratón. Su rencor creció más al ver que con los años, él había conseguido una esposa y ella vivía una vida cómoda en su país, lo sabía gracias a cuentas falsas que creaba en las redes para espiarlos a ambos, y gracias a ello sabía que ellos nunca dejaron de quererse, mucho menos ella.

 -Ustedes ya son felices, ya tienen a alguien que los ama... Pero siguen siendo egoístas pensando el uno en el otro... Ninguno se acuerda de mí~Pronuncia esas palabras mientras termina de cocer un par de muñecos. 

 -Acaba con tu sufrimiento, mi querida amiga... Arrebátale la vida a ese alguien que deseas junto con su mujer, el pequeñín tiene quién lo cuide...Acaricia una foto del pequeño Yahwi y continúa con los muñecos y un par de hilos negros. 

 -Si no es de nosotras, no es de nadie, estoy segura de que me apoyas con eso, sin embargo, quiero hacer tu vida más miserable todavía.Atraviesa las fotos de los pequeños Caín y Yahwi.-Sus hijos se encontrarán en un futuro y correrán el mismo destino a manos de un ratoncito, una lástima que no tendrán nietos para seguir con su DESTINO. 

 Caín abre los ojos asustado, se había desmayado después de tomarle la mano a Yahwi en la ambulancia. Salta con rapidez de la camilla de urgencias y sigue los pasillos usando solo su presentimiento. Al empujar la puerta, ve a Jooin tan cerca de Yahwi que corre y lo aparta con fuerza de su camilla.

-Jooin alėjate! Ahora sé que esto no es culpa tuya pero necesito que te vayas de aquí...

Amenaza con rudeza y desesperación, así que Jooin sin querer problemas camina hacia afuera de la habitación, pero se queda cerca al cuarto por si cualquier cosa, esa llegada tan repentina de Caín le había asustado.

 -Gatito, ya sé quién es ratón, tu mal presentimiento por la anciana tenía razón... Y ahora dudo que en realidad sea una anciana...Caín se inclina sobre Yahwi acariciando su rostro con delicadeza, sus hermosas facciones eran perfectas, estar con él así me hacía olvidar mis propias palabras, quería, necesitaba estar con él, pero aunque esto fuera un pensamiento pasajero, el hechizo se apodera de mi cuerpo, y aprovechando que ya no tenía las manos atadas porque alguien las desamarró, estiro la mano para tomar una almohada... Y la pongo sobre su rostro.

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¡Holas! ¿Cómo están? De nuevo gracias por leer <3 Pronto terminaré esta historia, quizás le agregue mini caps extra después. 

El próximo cap es el final, espero que sigan aquí para verlo, se les quiere un montón.

Donde ama uno, aman dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora