Capítulo uno

7.7K 651 771
                                    

JOY

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JOY

Viernes 18 de diciembre

Bona-bitch

En la vida hay días malos, días peores y días como el de hoy: una monumental mierda que te aplasta sin compasión. Tomo una profunda bocanada de aire, junto mis manos al frente como en una plegaria y arrugo el ceño mientras trato de descifrar el parloteo de Connor.

—En verdad lo lamento, Joy. Pero no creo que lo nuestro vaya a funcionar porque...

Intento verlo a los ojos mientras habla, pero él evade mi mirada y solo continúa escupiendo una lista interminable de excusas que van desde las más estudiadas hasta las más ridículas, según los fragmentos que alcanzo a escuchar.

—¿Joylene?

—Estás rompiendo conmigo... —digo con tal incredulidad que suena más como una pregunta.

Connor se lleva una mano a la nuca.

—Técnicamente no estoy rompiendo contigo... porque nosotros no teníamos una relación.

—¡Hemos salido los últimos ocho meses, Connor! ¡Teníamos planes! —replico con una nota de histeria en mi voz.

Estoy abrumada y sí, también molesta.

—Sí... pero los planes pueden cambiar y nosotros nunca acordamos que éramos una pareja, Joy. No era formal.

Oh, la audacia. El descaro. No puedo creer lo que escucho.

—Pues no parecías tener dudas de ello cuando me buscabas para meterte en mis bragas —objeto contrariada, porque no puedo evitarlo.

Connor resopla y se sacude el cabello con frustración. Yo no estoy segura de si quiero echarme a llorar o darle un puñetazo en la nariz.

—Somos adultos, Joy. La gente adulta folla sin tener un compromiso, es lo que hacemos. No seas infantil, por Dios. —Eleva las manos y las deja caer a los lados—. Escucha, solo digo que es agotador estar con alguien como tú. Estos meses fueron la prueba gratis y ahora vemos que pagar la suscripción no vale la pena, así que se acabó. Muy triste y todo, pero es mejor no vernos más.

Eso es todo. Hasta aquí llegamos, no voy a permitir que él me haga sentir culpable por romper conmigo. Contemplo a Connor como el extraño que es para mí, porque es obvio que nada de lo que conocí de él en los últimos ocho meses fue real.

—Eres un imbécil. —Él va a replicar, pero yo levanto las manos y niego con la cabeza al tiempo que retrocedo un paso—. Eres un imbécil y no quiero volver a verte nunca más. Puedes irte a la mierda, Connor Bona-bitch.

—¡Es Bonavich!

—¡No me importa!

Le enseño el dedo medio de ambas manos antes de dar la vuelta y apresurarme a entrar al edificio donde se ubica mi apartamento con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho.

Sol de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora