Capítulo treinta y cuatro

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JOY

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JOY

Domingo 8 de enero

A lo mejor no esperar nada es lo mejor


—¿Lo vas a enviar o no?

Alex, muy frustrado, mantiene la vista fija en la pantalla de su celular sin atreverse a presionar «enviar». Lleva así desde el miércoles pasado.

—Sí. No. Tal vez. No lo sé. ¿Puedes repetir la pregunta? —canturrea, lo que me hace rodar los ojos.

—Qué chistoso, Malcolm.

Él sonríe de medio lado mientras pone su teléfono bocabajo sobre su pierna.

—Una mujer de cultura, por lo que veo.

Inclino la cabeza en un gesto de falsa modestia.

—Me vi todas las temporadas.

—Fascinante.

—No tanto como el hecho de que estás cambiando el tema.

Él suspira.

—Me atrapaste.

—Alex... —Me siento a su lado en el sofá, coloco mi mano en su rodilla y le miro a los ojos—. Hiciste una interminable lista de pros y contras. Enumeraste bastantes más de los primeros, así que, ¿por qué sigues pensándolo tanto?

Aparta la mirada con un resoplido y luego echa la cabeza hacia atrás.

—Ya pasó un año, siento que será raro escribirle. Es decir, ¿qué diablos espero conseguir con ello?

—Bueno, no lo sé. Dímelo tú. —Me encojo de hombros—. A lo mejor no esperar nada es lo mejor.

Alex gira el rostro hacia mí y me contempla con las cejas juntadas.

—Me siento bastante estúpido con todo esto —admite—. No sé por qué me cuesta tanto. Creo que lo de recuperar la confianza en mí mismo no es tan sencillo como decidirlo.

—¿Se trata de eso o de la idea de que debes conseguir todo sin ayuda para "merecerlo"? —Interpreto su silencio y esbozo una mueca—. Ya veo.

—No, no. No es eso, Joy. Es que... no quiero que Blake piense que intento sacar ventaja de su amistad.

Chasqueo la lengua.

—No está mal acudir a tus amigos por ayuda de vez en cuando, Alex. En especial cuando ellos te han ofrecido esa ayuda primero. Ahora, ¿recuerdas siquiera el mensaje que redactaste? A menos que lo hayas modificado, no recuerdo que pusieras en alguna parte que esperas que mueva sus influencias para conseguirte el protagónico de una película. Solo le has escrito un saludo y una disculpa por responderle tan tarde.

—Es verdad.

—Entonces deja de andarte por las ramas. Si quieres saludar a tu amigo, hazlo. Si no, borra el mensaje y olvídate de él. Pero decide ya. Mira —señalo el sobre amarillo que dejé antes en la mesita de centro, junto a Adelita—, son los guiones para castings que nos han mandado hasta el momento. Tenemos muchas cintas que grabar, editar y enviar.

Sol de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora