𝖝𝖎𝖎. 𝙳𝚎𝚜𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚗𝚣𝚊.

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CUANDO SCORPIUS ENTRÓ AL RECIBIDOR, con Ruby casi inconsciente entré sus brazos, las alarmas de Leo se encendieron. Él esperó en el pasillo hasta que Scorpius saliera de la habitación.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó a penas apareció su hermano menor.

—Tuvo un ataque.

—¿Y cómo está ella? —preguntó Leo.

El menor se revolvió el cabello y se estrujó los ojos cansados. Reconoció que algunas obligaciones aspiraban la vitalidad de la gente, y sólo pudo sentir más admiración por su padre que antes.

—Le di una poción para dormir.

—¿Muertos en vida? —preguntó con los ojos entrecerrados. Scorpius no respondió. —¿Y cuándo la vas a despertar? No me digas que después de que rescaten a Potter.

—Leo, los Weasley no pararon de hablar sobre cómo y por qué le prohibiste a Dominique acudir a la reunión, y al rescate. ¿Sabes que eso nos hace quedar mal a nosotros?

—Sólo le prohibí participar en el rescate, no en la reunión, pero ella consideró que ir a las reuniones era absurdo si al final no iba a ayudar en el rescate. —explicó Leo con simpleza. —Scorpius, Dom está embarazada. Por supuesto que se lo voy a prohibir.

—¿Embarazada?

—Sí. Bueno, algunas reconciliaciones son un poco intensas.

—Me enteré este día que te ibas a casar, Leo. No me lo dijiste. ¿Y ahora se supone que también esperas un hijo?

—Bueno, yo he estado bastante ocupado. Yo no me quedo aquí viendo como mi novia se deteriora mentalmente, no me quedo aquí a tener sexo, ni a mirar la marca de mi padre a esperar que muera. Yo hago cosas, ¿sabes?

—¿Disculpa? ¿Sabes que secuestraron a mi mejor amigo?

—¡Ah, disculpa! También olvidé que pierdes el tiempo buscando a tu mejor amigo, que ya tiene al menos veinte familiares que también lo están buscando.

—¿Esto es por mi ascenso?

—¡Salazar! —bufó. —Por supuesto que no.

—¿Entonces?

—Entonces, lleva a Ruby a San Mungo y deja que alguien profesional la vea. Eres un maldito egoísta.

—Es mi problema, no es tuyo, Leo. —finalizó. Pasó a un lado de su hermano mayor, intentando dar por terminada la discusión de ambas partes.

—Bien, necesito dinero. —informó.

Scorpius se dio la vuelta y lo encaró. —¿Dinero?

—Sí. Resulta que los malditos duendes no abrirán la bóveda para mí... Por mi asunto con Dominique y las condiciones de los bienes Malfoy.

—¿Y qué te hace pensar que a mí si me la van a abrir? Yo ni siquiera estoy comprometido.

—¿Entonces, no tenemos dinero?

—Claro que lo tenemos. —exclamó Scorpius al borde del colapso. —Pon las cosas a la cuenta. Supongo que funciona aunque padre no esté.

...

Al siguiente día, había una reunión a la misma hora que el primer día y en el mismo lugar; para actualizar la información sobre el logro de Scorpius, pero aún Ezra y su equipo no aparecía.

—Podemos dejarlo para más tarde. —propuso Ruby mirando el reloj de la pared. —Ezra vendrá de mal humor.

—¿Cómo sabes? —cuestionó Lily con los brazos cruzados.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐋𝐈𝐎² ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ  [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora