𝖛𝖎. 𝙷𝚊𝚌𝚎 𝟸𝟼 𝚊𝚗̃𝚘𝚜.

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Caminaron despacio con la punta de sus varitas brillando hasta que encontraron pequeños destellos de luz plateada salir de un conjunto de árboles.

¿Sacrificar algo? ¿Sacrificar qué?

Kaos, yo te hice quién eres ahora... Mira, ¿recuerdas aquel hermoso collar con una piedra de amatista?

Me lo obsequio Gabrielle.

¿Segura? —la miró con una ceja alzada. —¡Ese collar estaba encantado! De mí... Para ti.

¡Estaba maldito! —razonó.

Claro que sí, por supuesto... Pero para una buena causa.

¡No he podido controlar mi magia! ¡Casi asesino a mi mejor amigo!

Es lo que el poder de los objetos malditos hacen, Kaos... Te hice un favor, te hice poderosa.

Marie... Escúchame. —interviene Ruby. —No hagas lo que estás pensando, tú no eres como ella. —Bellatrix no volteó a mirar, necesitaba mantenerse firme. —Irá a Azkaban, Bella, lo prometo.

Mi padre se encargará de eso, Marie. —asegura Albus. —Mi padre es el mejor auror, sólo déjame ir a buscarlo.

Marie, baja tu varita. —pide Lorcan.

Marie, por favor... Razona. interviene Scorpius. —Así no es como funciona el mundo.

Escucha a tus amigos, Kaos... Tenemos cosas grandes que hacer, sólo baja tu vari...

¡Avada kedavra! —el cuerpo de Helena salió disparado y cayó boca abajo sobre las hojas secas.

¡No! - gritó Ruby cayendo sobre sus rodillas. —¿¡Qué hiciste!?

Muy bien, no pasa nada, Bella... —murmura Lorcan. —Ahora, por favor...

El cuerpo de Marie se tensaba cada vez más, ella tenía los ojos cerrados y se quejaba de dolor mientras apretaba su mandíbula. Ruby sintió un viento peculiar y miró como las hojas del suelo comenzaban a moverse.

Lorcan, no te acerques. —advirtió.

Bella... Iremos a casa.

¡Lorcan, no te acerques! —repitió Ruby con desesperación.

Lorcan, detente. —ordena Scorpius. —Bella, no dejes que salga.

Marie luchaba con ella misma, se veía lo mucho que le dolía retener su propia magia oscura, y a Ruby le aterraba, no quería perderla.

Bella, esta noche iba a pedirte que te casaras conmigo.

Esa frase fue un detonante, la chispa para su gasolina. Soltó un grito desgarrador y abrió los ojos, estaban completamente blancos.

¡Lorcan! —gritó Ruby con todas sus fuerzas.

Entonces un campo de materia oscura salió de su cuerpo y se detuvo justo a su alrededor. Albus y Scorpius retrocedieron sobre sus pasos y Ruby se arrastró hacia atrás, Albus se tropezó cayendo sobre las hojas.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐋𝐈𝐎² ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ  [PAUSADA] Where stories live. Discover now