𝖎𝖛. 𝙰𝚕𝚖𝚊 𝚙𝚞𝚛𝚊.

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HARMONY TEMÍA LO PEOR, sabía que a los sospechosos se les hacía un juicio, pero a los que estaban directamente relacionados con los Depuradores, y como ella; los enviaban a directo a Azkaban.

Si la enviaban a Azkaban sin un previo juicio sería su perdición, no habría forma de escapar de una inminente muerte, pues había descubierto de primera mano como ellos trataban a los traidores.

La seguridad de Azkaban era prácticamente nula, y lo sabía porque en su casa se refugiaba un tal Theodore Nott, prófugo de Azkaban.

Al hombre lo había arrestado el verano anterior a cuando ella iba a cursar su cuarto año en Hogwarts, por poseer un Giratiempo ilegal, además que era de alta tecnología, y presumiblemente era parte de un plan mortífago para regresar en el tiempo y traer a Voldemort de regreso o intervenir en el pasado para cambiarlo, ya que se sabía que su padre era uno de los mortífago más allegados a Voldemort y la única razón por la que Theodore Nott aún no había recibido la marca tenebrosa era porque aún no había terminado su educación en Hogwarts y no era lo suficientemente capaz.

Para cuando James le dio el aviso a su padre, ya la mayoría de la familia Weasley sabía lo que ocurría en La Madriguera, sin embargo, se les prohibió ir a los Weasley-Granger al sitio por seguridad.

—Señor Potter... —sollozó Harmony después de que éste la despetrificara y la mantuviera atada de manos. —¡No me lleve a Azkaban... Se lo suplico, ahí me van a encontrar, me sacarán de allí y me cortarán la cabeza! —exclama con desesperación en la mirada, casi no se entendía lo que decía porque atropeyaba sus propias palabras. Miraba a los lados con paranoia y era claro para Harry el miedo que tenía.

—Ayúdame a ayudarte, Harmony. ¿Por qué estás aquí? ¿De qué o quienes huiste? —ella desfiló la vista entre los que estaban allí; los señores Arthur y Molly, Albus, Scorpius y Ruby, René, James y Louis (quienes eran aurores del ministerio, y Harry llamó al último por si era necesario enviarla a Azkaban esta misma noche). Lily permanecía sola en un rincón del salón mirando con los ojos bien abiertos la escena.

—¡Vendrán por mí! ¡Ellos... Ellos le cortan la cabeza a los traidores, cuando sepan que huí...!

—Nadie te lastimará, Harmony, nadie. —tranquiliza Harry. —Pero debes cooperar, sino tendré que enviarte a Azkaban...

—¡NO! ¡SE LO SUPLICO! —gritó arrodillandose a los pies de Harry, los tres aurores alzan sus varitas por si es necesario atacar, él rápidamente la levanta del suelo y vuelve a sentarla en el sillón.

La señora Molly se acerca sin ningún cuidado de por medio a Harmony y le ofrece un vaso de agua, con algunas gotas de tónico para los nervios, la morena lo recibe agradecida y como puede lo bebe apresurada. Molly vuelve a tomar el vaso y se retira de ella, no sin antes regalarle una sonrisa.

—¿Estás dispuesta a declarar mañana en el Wizengamot, Harmony?

—¡Sí, claro que sí! Pero... preferiría que no esté la prensa, y que sea una audiencia lo más privada posible, mi vida corre peligro... Usted no sabe las atrocidades que se ven del otro lado, señor Potter, ¿puede asegurarme protección?

—Puedo, y lo haré si eres inocente, pero de momento espero que sepas que no puedo confiar en ti. —camina hasta René, y le susurra algo al oído, ella asiente y se acerca con cautela a Harmony, hace un gesto de varita y de ésta sale un rayo azul; que al impactar en la cara de Harmony, hace que se desplome sobre el sillón. —Debo contactar con Tracey Davis, para organizar junto a Hermione la audiencia de mañana, y que Harmony esté segura, además que no nos conviene que todo el mundo mágico se enteré de lo que ella tiene que decir. Imagínense que diga frente a todos ese asunto sobre las decapitaciones; generará más miedo del que ya hay.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐋𝐈𝐎² ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ  [PAUSADA] Where stories live. Discover now