Escondidos

495 6 0
                                    

Cada que nos vemos es delicioso y sólo quiero comerme a Gabo. Pero ya no es tan sencillo. Hace meses que ambos salimos con alguien y lo nuestro es una aventura por un lado. Eric ya me cuestiona a dónde voy a veces, y por qué no ha conocido a nadie de mis amigas o amigos. La verdad es que lo que no quiero es que me impida cogerme a Gabo, por lo menos un tiempo más, quizá, mucho tiempo más.

El sábado pasado hubo una fiesta y sabía que Gabo estaría ahí. Eric iba conmigo, después de todo estamos saliendo así que era normal que fuera con él a algunos compromisos. No les mentiré, estaba nerviosa. ¿Qué iba a hacer? ¿Qué iba a hacer Gabo? No saben lo muchos que nos calentamos al vernos, iba a ser difícil no querer vernos a solas.

Llegamos como a las 10, saludamos a mi amiga la anfitriona, no vi a Gabo por ningún lado, me tranquilicé. Estábamos tomando unas cervezas y jugando, hablando mientras reíamos, todo tranquilo y agradable. Un par de horas después pasó: Gabo entro por la puerta. Saludo a nuestra amiga y luego se acercó:

—Hola, Are... ¿cómo estás? —preguntó.
—Gabo... ¡que milagro! Creí que no vendrías...
—Yo también... es que salí tarde del trabajo, que bien te ves...
—gracias... —dije nerviosa.
—nos vemos al rato, voy a saludar

Y se alejó. Regresé a mi plática y todo tranquilo. Creo que Gabo entendió que habría que ser prudentes y discretos. No lo vi por un rato y luego lo vi en la puerta tomando un trago. Le dije a mi grupo que iba al baño y me fui. Entré al baño y saqué mi celular.

—Que sexy te ves con ese trago... —le escribí a Gabo.
—jajaa.. ¿mucho?
—mucho... ¿por qué tan solo?
—salí a por un cigarro... traía antojo
—¿antojo... de qué?
—de entrada, del cigarro...
—aja
—y por supuesto de levantar tu falda y cogerte riquísimo
—eres un perverso...
—lo sabes bien... si no vinieras acompañada...
—lo sé... ya te tendría durísimo...
—eso sin duda, Are, sin duda.

Salí del baño y guardé mi celular. Me calenté nomas de mensajear con Gabo, me hubiera gustado estar con él en el baño. Regresé con mi grupo a hablar y a tomar algo. Eric estaba animado y ya traía unas cervezas encima. Seguimos tomando y bailando, de reojo veía a Gabo y noté que también me miraba. Era extraño, pero me cachondeó la idea de estar tan discretos, tan pacientes. La fiesta estaba muy a gusto: baile, bebida, buena plática. Al cabo de un rato Eric se fue al baño. Gabo se acercó de rapidez:

—Voy a salir un poco... por si quieres ir
—gracias...

Esperé a ver si Eric salía. Pasaron unos momentos y salí muy discreta, dije que iba a hacer una llamada. Salí y vi a Gabo, me hizo una señal de ir al otro pasillo.

—¿Qué haces acá tan solo, Gabo?
—te esperaba...

Me tomó de la cintura y me pegó a la pared, nos empezamos a besar. Notaba su urgencia de tenerme entre sus brazos, su lengua se enroscaba con la mía mientras me tomaba de la cintura. Lo acerqué a mí, su miembro sobresalía su pantalón y lo sentí entre mis piernas. Quería que me cogiera ahí, sin más.

—Debo volver...
—lo sé... adelante

Lo besé de nuevo y el me tomó de las nalgas y las apretó. Pude sentir mi vulva palpitar con ese beso y con lo que hizo con sus manos. Regresé a la fiesta. Eric ya había salido del baño.

—¿Dónde estaba, Are?
—fui a hacer una llamada, mi mamá me había llamado y no escuché...
—ooh... ¿todo bien?
—sí... todo bien

Gabo entro unos minutos después, todo estaba tranquilo, nadie se dio cuenta. Pero mi vulva mojada y mis piernas apretadas decían todo, sólo había que observar bien. Gabo entró poco después y fue directo a servirse un trago. Yo me acabé mi cerveza y fui por otra, ahí estaba él. Cruzamos unas miradas, unas miradas cómplices. De esas miradas que dicen todo y estoy segura que él me dijo "te quiero en cuatro y gritando" o quizá fue sólo lo que yo quería hacer.

AcuarelaWhere stories live. Discover now