Voces en secreto

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Esa noche todo se concretó. Gabo Me aseguró el secreto y yo le aseguré el que estemos. Todo se concretó. Ese cuarto volvió a servir de testigo y se cumplió. Conserve lo que quería y Gabo obtuvo lo que en mí buscaba. Encajamos, otra vez, como es debido.

Nuestro secretismo es sin duda algo que puede caducar. Sólo quisiera que la gente sospechara y listo, sin que supieran nada. Esa idea de que sea secreto, oculto, me fascina y me pone muuuuy caliente. Quería mantener eso, explotarlo.

—Ya llegué, amor...
—qué bien, cariño... ¿cómo te fue?
—muy bien, trabajo, ya sabes... ¿y a ti?
—también normal.. lo de siempre...
—hablando de siempre...
—ajá... —Lo besé ahí en el sillón —¿por qué te detienes, Are?
—quiero... mmm... proponer algo...
—ok... ¿qué cosa?
—no es urgente... lo puedes pensar, amor..
—ok, Are.. me pones nervioso...
—no, no, tranquilo, mira... ¿qué te parecería contratarme un o una amante?
—¿perdón?
—no es lo que crees... sólo alguien que nos llama a cierta hora y simule ser mi pareja mientras tú y yo, pues, estamos pasándola rico...
—ok, ok... no suena tan descabellado...
—no, podríamos pagarle o algo así...
—o, podría ser alguien de tu confianza...
—mmm no sé...
—digo... si esto lo quieres mantener en secreto, podría servir...
—puede ser... voy a pensar que onda con eso...
—vale, cariño... tú me dices...
—gracias...

Y volvimos a lo nuestro. Toda la noche pensé en lo que me dijo Gabo, ¿qué sería mejor, un tercero ajeno a ambos o alguien de mi entera confianza que juegue el papel? ¿qué hay que acordar para eso? Tenía algunas dudas que disipar. Hablé con la única persona que sabía no iba a decir nada.

—Hola, Are... ¿cómo estás?
—¿bien y tú, Vale?
—no me quejo, te escuchabas algo rara en el teléfono, ¿qué pasó?
—no es nada grave... sólo, medio íntimo...
—ok... ¿qué pasa? —brevemente le platiqué sin decirle quién era Gabo, sólo lo que yo quería... —ok, ok... ¿y qué quieres hacer?
—bueno... te quería pregunta algo..
—ajá...
—¿serías mi espectador?
—¿yo? no sé, Are... 
—sólo sería una llamada cada cierto tiempo... y harías el papel de la persona que busca y no sabe donde estoy...
—no sabía que eso te pudiera prender, Are...
—lo sé... sólo quiero intertarlo...
—ok... entonces... te llamó y tú me contestas mientras tienes sexo y yo, sabiendo eso, trato de llevar una conversación tipo "donde estás", ¿es eso?
—yep... sólo tiene que ser convincente... para yo también creermela...
—ok, ok... pues toca practicar —reímos
—sí... obvio sería probar y ver que tal nos va...
—y tu pareja, ¿sabría?
—sí... sí sabría...
—ok... entonces espero cuando tú me digas...

Nos quedamos hablando mucho más rato en el café. Hace tiempo no me veía con Vale y pues nos pusimos al día. Debo admitir que fue bastante comprensiva, digo, es mi amiga, pero no creo que cualquiera pudiera aceptar o incluso pensar en aceptar ese papel. Por eso tengo mucho que agradecerle.

Más tarde, ya en el depa, le platiqué a Gabo lo que ocurrido. No le dije quién iba a ser pero le aseguré que todo sería discreto y sin problema alguno. Él me dijo que todo estaba bien, se trataba de ambos estar bien. Otra cosa que agradecer. Antes de cenar lo escuché meterse a bañar. Podría ser es buen momento para la llamada de práctica. Le escribí a Vale.

—Hola, Vale... ¿quieres practicar hoy?
—hola, Are... mmm ¿ahoritita?
—no, esta en la ducha... en media hora me llamas, ¿te late?
—sí, me queda mejor...
—va...

Listo, todo estaba en su lugar. Deje que pasaran unos minutos y me metí a la regadera con él.

—Hola...
—hola, amor... qué rica te ves...
—tú también...

Me apresuré a besarlo. Nos calentamos de una.  La ducha se alargó unos minutos y luego salimos. Sólo nos secamos y brincamos a la cama.

—Ven, siéntate... quiero consentirte... —acomodé a Gabo al borde de la cama... —pásame una almohada...
—toma...
—disfruta... has sido muy comprensivo con lo que quiero para nosotros, pero sobre todo para mí al estar contigo... y quiero darte un regalo...
—¿en serio? ¿qué regalo?
—quiero mamártela hasta que te vengas... como me gusta... —escupí en mi mano y empecé a masturbalo, ya estaba en camino a su erección
—¿es regalo para mí o para ti?
—nunca está de más consentirse...

Empecé con mi tarea. Escupí fuerte sobre su miembro y empecé a masturbarlo aprentando más duro, haciendo la sangre fluir hacia su glande. Empezaban a notarse las venas de su tronco. Lo masturbé unos momentos más y luego, mi lengua entro a jugar. Cada que tocó su glande con mi lengua, su pene salta. Adoro ver eso.

—Aaah... me encanta esa lengua...
—lo sé... me encanta que te encante...

Y me puse seria. Introduje su pene a mi boca, despacio. Quería que sintiera el calor y la humedad de mi boca cubriendo poco a poco su miembro. Llegando a la base apreté. Empezó a latir dentro de mi boca. Con la presión de mis labios empecé a recorrer de arriba a abajo. Adoro como termina de crecer y ponerse duro dentro mi boca.

—Aaaaaay... la chupas riquísimo, amor... toda... toda...

Gabo me tomaba del cabello mientras me pedía lo que le gusta. Yo lo veía disfrutar y me ponía cachonda. Adoro ver su cara de placer mientras su pene entra y sale de mi boca. Es puro placer para mí.

—Aaaah... sigue... si... sigue... me... —sonó mi teléfono... —aaay... ¿vas... vas a contestar?
—sí... pásamelo... —contesté mientras lo masturbaba... —¿bueno?, hola Vale... no, no estoy ocupada —lo volteé a ver, entendió de que se trataba... —no, sólo esperando a cenar, ¿y tú?

Seguí la llamada sin dejar de masturbar a Gabo, él no dejo de disfrutar y yo menos.

—Dame un segundo... —puse el teléfono en altavoz y lo dejé en la cama... —listo, ¿qué decías?
—nada... el trabajo ha sido un caos... no sabes la falta que haces en este turno —volví a chupársela a Gabo y contestar
—¿de verdad?
—sí... —seguí en lo mío mientras escuchaba a Vale... —hace falta gente competente... me dejan todo a mí...

Vale siguió hablando del trabajo. No era lo que pactamos pero para practicar estaba perfecto. Escuchábamos mientras Gabo en silencio sujetaba mi cabello y yo se la chupaba como le gusta: con mucha saliva y apretando fuerte. Pasaron unos instantes, Gabo me hizo una señal.

—Ven... —Me dijo susurrando. Tomé el celular, Gabo me hizo recostarme... —quiero disfrutar también... —abrió mis piernas, y me penetró despacito...
—eeeee... aaaa poco sí...
—¿todo bien, Are? te oyes agitada...
—sí... sí... —ahogaba mis gemidos... —sólo estoy... moviendo unas... unas cosas...

Gabo disfrutaba de lo que veía. Sabe que puede hacerme gritar en cualquier momento y lo aprovecha.

—sí... no... yo, yo... —Gabo me hizo una señal
—híncate... —así lo hice... seguí con la llamada...
—sí... es que ahí todos hacen eso... —volví a masturbar a Gabo, por como estaba parado se notaba que quería terminar en mí... —¿en mi cara? —le dije susurrando
—sí...
—sí... deberían mejorar esas medidas de los repartidores... —Gabo estaba muy duro y su pene palpitaba muy rápido, no tardaba... —mejorando eso, tendrías menos trabajo...

Seguí la plática unos minutos más mientras masturbaba a Gabo lento hasta que me quitó la mano y empezó a masturbarse él frente a mi cara.

—No cuelgue... —gestículo... yo negué con la cabeza y seguí...
—sí, podemos hacer eso... —Gabo empezó a masturbarse más rápido, estaba a nada... —ya con eso, todo se haría más fácil... —me tomó del mentón, ya estaba a tope... —sí, claro... con eso... —Gabo siguió masturbándose y de repente lo sentí. Un chorro de semen cayendo directito en mi cara. Continúe la llamada... —aaah... sí sí... —otros dos chorros cayeron en mi boca mientras hablaba... —mmm... sí... creo que esa es bue... —sacudiendo su miembro cerca de mi cara sacó las últimas gotas de su orgasmo en mi boca... —...na idea...

Le señalé a Gabo que fuera por papel, lo trajo, se vistió y yo me limpiaba. Fue a preparar de cenar. Cuando lo escuché ya en la cocina, detuve a Vale.

—Vale..
—¿qué pasa, Are?
—listo... ya... ya acabamos...
—por fin... me costó concentrarme... se escuchaban muy entretenidos...
—estuvo muy bien, ¿no?
—sí...
—gracias, amiga...
—no te preocupes, ya entendí de que va esto...
—sí... luego hacemos otra...
—va... nos vemos mañana.

Y listo. Colgamos. Fui al baño y me terminé de limpiar la cara. Fui con Gabo a la cocina, ya casi terminada la cena. Lo abracé por la espalda.

—Gracias por esto, amor...
—estuvo rico, cariño... fue, mmm, interesante...
—te vi disfrutarlo...
—pues sí... estabas disfrutando tú, eso me encanta...

Nos besamos unos momentos y después pasamos a cenar. Esto de estar con Gabo sin duda empezó de la mejor manera para mí.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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