En ese cuarto

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Me vine en sus dedos y su boca. Gabo me hizo explotar. Estaba como ida, no reaccioné enseguida. Podía sentir mi vulva palpitando y saliendo fluidos de ella. Mi pecho estaba agitado y mis pezones duros y sensibles, hasta el aire los estimulaba.

Fue un orgasmo delicioso, intenso. Todavía me temblaban las piernas mientras veía a Gabo masturbándose muy preparado para cogerme. Intentaba recuperarme, respiraba más profundo. Quería ese delicioso y duro miembro adentro de mí. Espabilé y me recompuse. Volví en mí.

-"Gabo... eso estuvo... muuuy rico... de verdad...", le dije recuperando el aire.
-"qué bueno que te gustó... ¿crees que se pueda poner mejor?"
-"creo que sí... creo que sí", le dije con una risa juguetona.

El seguía masturbándose frente a mí, se bajó del sillón y luego puso sus rodillas a mis costados y su pene quedó justo frente a mí, lo sostuvo de su base y yo moví mi cabeza hacia enfrente para meterlo a mi boca. Ya me gustaba, pero con mi calentura me mojaba el mamársela en esa posición. Con su mano libre sujetó mi cabello en una coleta y yo empecé a mover mi cabeza más rápido. Mi lengua sentía los pálpitos de su pene con cada vez que entraba y salía de mi boca. Jaló un poco de mi cabello:

"Ven..."

Me tomó de la mano, y fuimos al cuarto, la luz era perfecta: el sol se filtraba por la ventana sólo lo justo. Lo tumbé en la cama y me subí. Cuando iba a chupársela de nuevo me detuvo:

"No... voltéate"

Me dijo, puse mis rodilla a los costados de su cabeza, dándole la espalda y Gabo empezó a lamer mi vulva de nuevo. Me quedé ahí, disfrutando de su lengua penetrándome mientras me sentaba en su cara. Me mojaba su lengua al tiempo que escuchaba el chapoteo de mis fluidos cada que su lengua entraba y salía. Él tomaba fuerte mis nalgas y piernas. Me metía la lengua y luego lamía suavemente mi clítoris, cada que hacía eso yo me erizaba y saltaba un poco.

Tras uno minutos, me acomodé. Al bajar él podía seguir comiéndome toda y yo podría chupársela. Estaba encantada con esa posición. Empecé a masturbarlo mientras el me comía toda. Mi mano se deslizaba de arriba a abajo por todo su miembro, lo sentía latir en mi mano y me mojaba aún más. Gabo estaba en llamas: me tenía sujetada firmemente de las piernas y apretaba duro mis nalgas. Su lengua estimulaba mi clítoris de lado a lado y luego me penetraba cuando me movía hacia adelante sobre su rostro. Estaba empapada, literal. El sólo sentir lo mucho que me estaba mojando y él bebiéndose todo eso me hacía mojarme más. Me incliné y me metí su pene a la boca.

"Aaaah"

Gabo soltó un gemido cuando sintió mi lengua en su glande. Que delicia poder chupársela mientras él me la mamaba, era perfecto. Seguí lamiendo y el empezó a moverse de arriba a abajo al tiempo que yo lo hacía de atrás hacia adelante. Empecé a meterlo más y más adentro, hasta que mi boca lo recorría desde el glande hasta la base, cada que la metía yo salivaba más y él se ponía más duro. Cada que la metía en mi boca el se movía hacia arriba y su lengua me penetraba. Ya quería que su lengua fuera sustituida por su pene, necesitaba que me cogiera. Seguí chupándosela y él metiendo su lengua en mí, estábamos en sincronía y está posición nos tenía a tope: el poniéndose duro y yo mojándome más.

-"Quiero montarte, Gabo... ahora...", le pedí.
-"hazlo... quiero sentirme dentro tuyo...", me dijo.

Me quité de encima y él se acomodó. Me dí la vuelta y ahora puse mis piernas al costado de sus caderas, subí una rodilla y Gabo tomó su miembro, se puso un condón y lo acomodó debajo de mí, yo bajé lentamente y me acomodé en su glande, Gabo lo movió de atrás hacia adelante rozando mi clítoris. Empecé a bajar más. Pude sentir como cada centímetro de Gabo entraba en mí y como su pene palpitada cada que bajaba más. Cuando por fin estaba adentro completamente, ambos gemimos:

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