Acuarela

La película sin ver

No dejaba de pensar en su miembro erecto y en mi boca saboreándolo completo. Quería que me cogiera, me urgía cogérmelo. Esa semana transcurrió normal. Hasta el jueves que sonó mi celular, era un mensaje de Gabo:

-"Hola... ¿estás ocupada mañana?"
-"hola, mm creo que no...", le escribí. Parece que él tampoco quería esperar al sábado. "¿Por qué?"
-"¿quieres salir? ¿Ir al cine o algo?"
-"claro... puedo a las 4, ¿está bien?"
-"sí... ¿en el de Independencia?"
-"va, me queda cerca de la uni".

"¿Sólo al cine?", pensé, quizá, algo decepcionada. Pero sin duda con ganas de verlo. Para no perder el tiempo, pronto se hizo viernes. Fui a la universidad y contaba los minutos para que se hicieran las 3:30 e irme a Independencia. Por fin acabó mi última clase y tomé el macrobus, directo al cine. Mi estómago se sentía raro, me sentía nerviosa y ansiosa a la vez.

"Ya estoy aquí", me escribió, le contesté que ya iba en camino. Baje del macrobus y fui directo al cine. Eran unos 5 minutos de la estación hasta el cine dentro de la plaza, pero se sintieron muchísimo más. Ahí estaba él esperando.

-"Hola, Gabo", lo besé en la mejilla de nuevo.
-"hola... ¿qué tal la uni?"
-"normal", reí, "ya sabes cómo es"
-"lo entiendo, lo entiendo..." dijo riendo. "¿Qué se te antoja... ver?", me dijo.
-"aaam, no sé... ¿alguna sugerencia?"
-"no, está una animada de animales", río, "¿ya la viste?"
-"no, pero esa está bien".

Y fuimos a comprar los boletos y algo para tomar. Entramos a la sala y nos acomodamos. Hablamos un poco de las últimas pelis que vimos y la semana en general:

-"¿Y está invitación, Gabo? ¿Ya no esperabas al sábado?", le dije como jugando.
-"la verdad es que no. Ya eran muchos días de espera"
-"¿tanto así?", le dije entre una risa
-"sí..."

Y me plantó un beso que quería pero no esperaba. El beso se alargó unos minutos debido a que él empezó a jugar con sus manos por mis piernas y me tentaba acercándose a mi entrepierna. Nos despegamos cuando la pantalla se encendió. Seguimos la plática otro rato, hasta que las luces se apagaron y la película empezó. Pasaron unos minutos y él levantó el reposa brazos, ya nada nos separaba.

"¿En qué estábamos?"

Y no sé si fue el beso, mi calentura, la sala vacía o todo junto que al reanudar el beso nos calentamos de más. Él no reparo en tocarme los pechos y yo no pensé y ya tenía su miembro en mi mano. No nos estábamos guardando nada. Yo desabroché su pantalón, y con una mirada alrededor, saqué su pene de ahí. Ya era rico tocarlo por encima, tenerlo en la mano y sentirlo latir me mojaba, riquísimo. Empecé a mover mi mano de arriba a abajo.

"Aaahhh... que rico, Are"

Eso me hizo sentir mi vulva escurrir y seguí masturbándolo. A cada subida de mi mano se ponía más duro. Él dio una mirada rápida a la sala y en un movimiento levantó mi blusa por encima de mis pechos. Con una mano bajó mi bra y apresuró su lengua a esos pezones duros míos.

"Aaaaahh", gemí al sentir esa saliva mojar mis pezones. Empezó a chupar y lamer mis pechos sujetándolos fuerte con sus manos. Bajó una de ellas y recorrió mi piernas, llegó a mis muslos y un movimiento abrió mis piernas, y sin dejar mis pechos sin atención empezó a frotarme por encima de mi pantalón. Y ahí estábamos, en una sala de cine, yo con su pene en la mano, él chupando mis tetas y estimulando mi clítoris a través de la ropa.

Me desabrochó el pantalón. Me estremecí, sabía que me tocaría sin barreras. Lento introdujo su mano en mi pantalón y luego bajo mis panties. Me erizó y él lo notó, así que siguió lento.

-"Yá tócame", le exigí y el obedeció. Llegó a mi vulva.
-"estás empapada, Are... ¡qué riiico!", me dijo cuando sintió mi humedad en sus dedos.