Capítulo 7

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Advertencia.

Lo que leerán a partir de este capítulo es ficción.
Nada es real y es bajo su responsabilidad.

Estoy en contra de cualquier abuso y/o maltrato contra las mujeres.

Repito, ESTA HISTORIA ES FICCIÓN, NADA DE LO QUE SE ESCRIBE EN ESTA HISTORIA ES REAL O LO VEO COMO NORMAL.

Solo es mi trabajo y pasión por escribir este tipo de libros. Y mi primer libro con estos temas sobre violencia, mafia.

No me encuentro amordazada, ni maniatada y los ojos no me han sido cubiertos con alguna tela, permitiéndome ver el oscuro interior del vehículo donde tres sujetos me subieron a la fuerza.

Me remuevo incomoda, su mirada intensa esta posada en mi cuerpo.

Las ventanas polarizadas del auto me impiden ver más allá del cristal oscuro y resistente. Las tenues y borrosas luces del exterior pasan a toda velocidad ante mis ojos llenos de lágrimas.

Mi único pensamiento es Jessie. Necesito saber que ella se encuentre bien o si está en el departamento sola y asustada.

- Ella se encuentra bien. Va en otro auto, sana y salva con mi hombre de confianza – Su voz, rasposa y gruesa. Hacen que lo vea con la vista distorsionada por el rabillo del ojo.

El enojo me invade de manera peligrosa porque me ha leído el pensamiento.

- ¿Por qué lo hiciste? – Susurro. Mi voz rota, delata lo mal que me encuentro.

Mi garganta me arde por retener los sollozos es débil, pero me ha escuchado fuerte y claro.

- Te di la opción de venir conmigo por las buenas. Pensé que había sido lo bastante claro. La paciencia no es lo mío – Pronuncia, tan fríamente.

- Secuestrarme, ¿sí? – Espeto, molesta y dolida.

Una risa sarcástica se escucha en todo el vehículo, erizándome la piel.

- No te secuestre, Ciara – Dice como si no fuera obvio que me rapto.

- Me llevas al lugar al que me negaba ir, en contra de mi voluntad. Eso es un secuestro, Valentino – Me vuelvo para mirarlo - ¿Este era tu plan desde el principio? ¿Seducirme y después secuestrarme? – Las lágrimas vuelven a salir a borbotones de mis ojos.

- La niña presentaba un problema para ejecutar perfectamente el plan – Se rasca la incipiente barba con el pulgar. Frustrado, por darme una respuesta bastante cruel.

- ¿Un problema cómo cuál? ¿Qué no podías solo tomarme y arrojarme a tu lujoso auto para llevarme lejos? – No puedo estar más histérica. He perdido la razón. Gracias a él.

- Tenía que parecer que lo nuestro iba en serio y no asustarla al momento de sacarla de ese horrible y repugnante lugar al que llamaban hogar – Aprieta los dientes con fuerza, un poco más y parte cada uno de sus dientes blancos y prefectos.

Ha dicho que mi departamento es horrible y repugnante.

Le abrí las puertas de nuestro hogar, por muy pequeño y viejo que fuera. Lo hice.

Al igual que mi corazón.

No tiene derecho de hablarme de esa manera, como me está tratando.

Como si no valiera nada.

¿Qué hará conmigo? ¿Le hará daño a Jessie?

- Eres un monstruo – Me inclino hacia el frente sobre el asiento. Mi mano se alarga y se dirige a su rostro, golpeándolo con fuerza su mejilla, provocando que su cabeza gire violentamente hacia un lado.

Peligroso DeseoWhere stories live. Discover now