Capítulo 17

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El vuelo de vuelta a Nueva York fue silencioso. Doloroso.

Valentino no me miró. No hablamos más, después de que lo dejara de pie en la sala en la sala y nuestra acalorada discusión no terminara bien. Para subir a la habitación a aclarar mis pensamientos y controlar mi enfado.

Parecía molesto conmigo. Distante.

No permití que me explicará sobre su noche en el club.

No la necesitaba, porque el lápiz labial en su mejilla lo explicaba todo.

Estuvo con una mujer.

La camioneta blindada y polarizada, nos lleva de vuelta a la mansión a las afueras de Nueva Jersey.

Abby y Paige nos reciben con entusiasmo. Una semana sin trabajar para Valentino fue bastante tiempo para ellas.

Las paredes y ventanas estaban reparadas. No hay agujeros de balas en las paredes y los cristales en las paredes han sido reemplazados.

Es como si aquella guerra que nos obligó a irnos, nunca hubiera sucedido.

Adriano lleva nuestro equipaje a las habitaciones.

Los días que estuvimos en Catania no fueron como lo había imaginado cuando llegamos a esa hermosa casa.

Quería disfrutar de su compañía. Recorrer las calles empedradas y tomar un helado a pesar de que ahí también era invierno.

Pero todo se había ido por el desagüe la noche que le confesé que lo amaba.

Dormimos juntos, pero no volvimos a tener contacto físico. Él dormía en su lado de la cama y yo en el mío.

Jessie parecía no darse cuenta de la tensión que existe entre nosotros desde ese día.

Cuelgo su ropa en el armario. Escogiendo un atuendo adecuado para la mañana helada en el colegio.

Nos fuimos sin avisar y tendré que presentarme mañana en la escuela para justificar la ausencia de Jessie la última semana.

Aunque no sé qué excusa darle a la maestra de Jess.

- Señorita Ciara - Abby entra en la habitación de Jessie.

- ¿Qué sucede, Abby? -

- El señor De Luca me dijo que le avisará que está noche no va a estar en la mansión. -

- ¿Te dijo por qué? - No me interesa porque no estará en la mansión esta noche. Pero, aun así, la pregunta sale de mi boca sin poder evitarlo.

- Tiene una fiesta de inauguración importante en uno de los hoteles en la ciudad. -

- Gracias, Abby – Asiento, recibiendo su mensaje.

- Con su permiso, señorita Ciara - Se gira sobre sus zapatos bajos y abandona la habitación.

Es evidente que Valentino no quiere dirigirme la palabra. Porque ha enviado a Abby para decirme que él no estará esta noche en la mansión.

No me duele que no me respondiera que también me amaba. Me molestó que saliera corriendo de la habitación a la entrepierna de otra mujer.

Jessie está en el jardín trasero jugando alrededor de la piscina. Paige la vigila para que no se acerque demasiado a la orilla y caiga al agua helada.

Me dirijo a la biblioteca de Valentino a tomar un libro y poder leerlo en la comodidad de mi habitación o en las tumbonas del jardín para no tener que entretener más tiempo a Paige y pueda regresar a hacer sus quehaceres en la mansión.

Peligroso DeseoWhere stories live. Discover now