Era un dia normal como, ya había pasado un mes más, por lo que era dia sábado, Deidara dormía en la cama de Obito, como hoy no trabajaba ni tampoco tenía trabajos universitarios, se tomó la molestia de dormir hasta la hora que Obito llegará, además de que la noche había trabajo desde muy temprano.
Madara también había llegado a la casa, bastante cansado, por suerte había hecho las compras para hacer el almuerzo, Obito llegó a la casa con una cara de poco amigos, lo cual fue bastante raro.
Madara: ¿Qué te pasa? -pregunto tranquilo-
Obito: Nada que me echaron del taller, mejor aún.
Mientras con Deidara, aparte de la universidad, se había metido en una clase se acrotela, bastante relajante y que le quedaba bien a su personalidad, al llegar a la clase, se quitó los zapatos y se puso la ropa adecuada, para el ejercicio miro atención la tela que colgaba, corrió para dar un salto y tomar con sus manos la tela.
Para la profesora era bastante llamativo como el rubio se movía en la tela, a vista lejana parecía una mujer, en cierto modo, la acrotela había hecho que Deidara sacará una cintura envidiable para las demás mujeres. Mientras el rubio se dejaba llevar por los movimientos, la altura en la tela dejaba ir las preocupaciones, al terminar quedo de cabeza, solo sus piernas se sostenían de la tela, se tomó los cabellos para separarlos un poco, soltó un suspiro relajado, dejando salir una hermosa sonrisa.
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(Sorry mi inspire)
Al bajar de la tela, se la llamó la atención de otra persona, quien no esperaba ver, ¿otro hombre en la institución?, lo más curioso es que era demasiado bueno, se trataba de hombre de cabello negro largo, piel blanca al bajar fue felicitado por la profesora.
Deidara estaba por irse, cuando el joven le llamo ya que jamas lo habia visto antes, el rubio se acomodó un poco el cabello y se acerco a saludarlo.
Itachi: No te había visto antes por aquí, ¿como te llamas? -pregunto mientras sonreía-
Deidara: Bueno eh empezado hace unos dias.
Itachi: ¿Hace unos días? por que te observado y parece que llevaras años -sorprendido-
Deidara: Pasa que desde niño me gustaba este tipo de disciplina, y lo practicaba a escondidas de mis padres, ya que no querían que pensaran mal por cierto mi nombre es Deidara Kamiruzu.
Itachi: Un gusto Mi nombre es Itachi Uchiha, eres interesante en verdad, ¿tienes tiempo libre?.
Deidara: Bueno tengo que irme a almorzar, ¿quieres acompañarme?.
Itachi: Claro que si.
Desde ahí todo fue más mágico, por cierto modo, ambos caminaban por las veredas, hasta llegar a un restaurante, comieron, y charlaron tantas cosas, descubriendo que tenían bastantes cosas en común, sorprendiendo a Deidara, al terminar ambos se anotaron los números de celulares, y cada uno se fue por su lado, el rubio caminó hasta su auto, entró y suspiro con cansancio, al fin al cabo la vida era bastante difícil para el, seguia sintiendose solo.
