Ha pasado un mes más, en la que Deidara estado yendo al médico, como chequeo semanal, por suerte todo estaba en orden, ya podía comer un poco más, a penas se estaba notando el cambio, por lo tanto todavía no podía volver a la acrobacia en tela, estaba sentado en el espacio estilo sofa que habia en la ventana, y se puso a fumar un cigarrillo común, estaba tan calmado con el sonido de la lluvia y la helada brisa no se dio cuenta que Madara había llegado con su novio, ambos entraron a la casa, con algo de dificultad, ya que estaban besandose con pasion y deseo, Madara lo empujó al sofá para montarse encima y quitarse la camiseta, hasta que...
Deidara: ¡Madara! -dijo el rubio mientras que estaba rojo por la vergüenza-
Madara: ...!!!..
Hashirama: ...>///w///< lo siento mucho. -rie-
Madara: ¡Carajo! -se pone la camiseta y se levanta- ¿¡Porque carajos no dices que estabas aquí!? -sonrojado hasta las orejas-
Deidara: Por que me di cuenta tarde -desvió la mirada- ya, ya me voy -apaga el cigarrillo-
Hashirama: Madara no seas tan cruel, ¿por que no hacemos la cena?.
Deidara: Haganlo ustedes, yo no puedo comer cualquier cosa -se fue a su habitación-
Hashirama: ¿Dije algo malo?.
Madara: Sufre de anorexia, aún no se recupera.
Hashirama: Vaya...pendejo yo por mencionarlo.
Madara: Siempre fuiste un pendejo UwU.
Hashirama: Pero el pendejo te da duro hasta hacerte desmallar
Madara: ...!... ¡Cochino!.
Hashirama: Si lo se primor. -pícaro-
Mientras en la "habitación" de Deidara, por que realmente es de Obito, comenzó a doblar la ropa de ambos, mientras escuchaba música, pero se llevó la gran sorpresa, Obito había llegado mas temprano del trabajo al llegar el moreno se fue directo al baño, para darse un baño.
Obito se lavaba el cabello con cierta calma, el clima estaba bastante fresco, así aún mejor, al terminar se puso un pantalón blanco, no se había puesto una camiseta, dejando ver sus tatuajes, Deidara se sonrojo, no quiera verlo.
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Obito: Deidara ¿sabes dónde está mi chaqueta? -dijo mientras fumaba un cigarrillo-
Deidara: Pues busca en tu ropero, no me desórdenes la ropa -dijo serio-
Obito: Bueno está bien, escucha mas tarde tengo que irme a la casa de mis padres ¿quieres venir?.
Deidara: Pues no lo sé, ¿para qué quieres que vaya?.
Obito: No lo se, para que no te quedaras solo, Madara se ira con su novio, y sabes bien que no puedo dejarte solo, vamos -lo abraza-
Deidara: No quiero que me vean asi -suelta lagrimas-
