♥.Nunca estuve solo.♥

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El rubio no podía asimilar lo que estaba pasando, solo pudo soltar lágrimas, agradeció al doctor y se fue al cajero automático, debía sacar el dinero para pagar el alquiler, al terminar se subió al auto, conducia con calma, ya que no había apuro, pero comenzó a quedarse sin combustible, el rubio solo pudo llorar aún más y golpear el volante, no le quedó otra que sacar su mochila y abandonar el coche, no tenía fuerza para empujarlo hasta la casa.

Al llegar dejó la mochila en el sofá, y se acostó en la cama para acostarse en posición fetal y llorar a mares, dia que pasaba, era un dia mas de tortura para el rubio, no comía nada, abandonó la universidad y las clases de acrobacia en tela, la vida de Deidara estaba cayendo, no solo por lo de Obito si no que sentía que jamás avanzó, no necesitaba más que una gran dosis de droga para acabar con lo más odiaba, su vida.

Por otro lado, Obito mando todo al carajo, ya que si salió con Rin era por distracción pura, no había amor por parte de él, por otro lado se sentía muy inseguro de si seguir avanzando con el rubio, pero cuando dejo se saber sobre Deidara, comenzó a preocuparse, le exige a Madara que le dijera sobre el paradero del rubio, pero el mayor se negaba.

Obito: Se que sabes muy bien dónde está, tengo que buscarlo -molesto-

Madara: Si lo se, pero no te dire por que lo unico que haz causado es dolor a ese chico.

Obito: ¿Que?...

Madara: Si el te vio con la bruja de tu novia, y ahora que lo pienso ¿qué clase de persona eres?.

Obito: No estoy de humor para tus preguntas, si no me dices donde esta Deidara,lo reportare a la policía como persona desaparecida.

Madara: ¿Y que caso tiene que te lo diga?, seguro iras con el estúpido cuento de que no sabes lo que quieres, y que estas confundido, por favor ni tu sabes que quieres, quédate con la bruja y deja el rubio en paz. -se cruza de brazos-

Obito: No, no le diré esas cosas, pero quiero saber donde esta, por que me llamaron de la universidad diciendome si sabia algo de el, ya que hace semanas que no se presenta.

Madara: ¿Enserio? yo hablo con el permanente y dice que le va de maravilla.

Obito: Mira -busca entre el librero un papel- me mandaron esta carta, diciendo que Deidara no pertenece más a la universidad debido a sus faltas, ¡No creo que sea por que me vio con rin, algo mas le pasa! -triste-

Madara: ...-Lee la carta- Ponte una chaqueta te llevare con el.

Mientras en la casa del rubio, estaba todo callado, los espejos estaban tapados no quería verse por que la Anorexia lo estaba enfermando mentalmente, haciendo que cada vez que se viera en el espejo se viera gordo, esto provocaba que desatara un llanto desgarrador, miraba sus brazos que tenían bastantes cortadas, algunas recientes, sus piernas ahora un poco más delgadas, también rastros de cortes profundos, sus mejillas estaban un poco más delgadas, su mirada estaba apagada, nadie sabía sobre la situación del rubio, ya que se cubría y si alguien lo visitaba se ponía el tapaboca, como excusa.

Estaba por tomarse una gran dosis de las pastillas que le habían recetado, pero tocaron el timbre, se puso la sudadera de Obito, que por cierto logró recuperar, y unos pantalones que ahora le quedaban grandes, y se puso el tapabocas, al abrir la puerta se llevó una gran sorpresa, Obito y Madara, estaban parados en la puerta, el rubio se asustó un poco pero disimuló bastante bien.

Madara: Hola honey ¿podemos pasar? -preguntó con una sonrisa-

Deidara: Si por supuesto -dijo mientras lo dejaba pasar-

Madara comenzó a observar la casa, todo estaba en orden, pero le llamó bastante la atención los espejos cubiertos con una tela negra.

Madara: ¿Es una nueva moda tener los espejos cubiertos?.

♥.Te amo.♥ (Obidei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora