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LA BODA SE IBA aproximando poco a poco y ya solo faltaban los últimos detalles, así que Pearl visitó a Sonia Rossi, una diseñadora italiana de gran prestigio en la alta sociedad de Londres y quien estaría encargada del vestido de la novia.
- Sonia es la mejor, hija y es importante que le digas exactamente que es que lo deseas - asiente Meredith.
- Tommy me dijo que el violeta sería un buen color de vestido - susurra la menor.
- Tommy puede irse a la mierda; usarás el vestido que siempre has querido usar y ese será el blanco - Pearl se ríe. -. Ese hombre te mete tantas cosas a la cabeza.
- Será mi esposo, madre, no puedo simplemente ignorarlo - responde. -. No lo sé, es tradición pero, yo no soy una mujer pura y santa, estaría mal traicionar la esencia de su significado - susurra.
- Eres pura y santa con Thomas - responde.
- ¿Tú como sabes eso? - pregunta tartamudeando.
- Lo sé porque lo sé - sonríe. -. Si quieres la tradición, usa un vestido blanco, si quieres usar un color llamativo, usa uno como el que Thomas insinuó.
- Cuando tú te ibas a casar, madre, ¿sentías... como si a veces no quisieras hacerlo? - preguntó en un susurro.
- ¿Si tuve dobles pensamientos? - asiente. -. Claro que sí, más que nada porque no sabía si quería casarme con tu padre sabiendo el negocio en el que estaba metido.
