𝑠𝑖𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑠

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Hace milenios de años atrás la pareja de hermanos Dio y Luz iban creando poco a poco todo lo que conocemos ahora. Ellos eran inseparables, y lo fue así por mucho tiempo.

Habían llegado al planeta juntos gracias a los dioses, los cuales pensaban que juntos harían la vida en la tierra de una forma majestuosa. Y ellos también pensaban permanecer juntos hasta el fin de los tiempos, siempre buscaban el bienestar del otro y se ayudaban en lo que fuese necesario.

 Hasta que un error de Dio lo condenó al odio y el destierro de su hermano. Todo por Vaneliza, la diosa del planeta vecino que tenía algo con Luz. O al menos eso suponía Luz en ese tiempo.

Según la perspectiva de Luz, Dio y Vaneliza habían pasado por encima de su confianza, jugándole de tal forma que el alma de Luz se rompió.

Junto con ello llegó el destierro de Dio de la tierra.

Vaneliza se alejó de Luz, Dio se fue.

Dio no se dejó vencer al no tener a su hermano de su lado, en cambio, comenzó una nueva vida en los cielos; creando con ello las nubes, las rocas que llamó estrellas y esas otras rocas de luz que iluminan nuestro día y noche. Poco a poco todo lo que él soñó fue cumpliéndose. Su primer hijo, su hogar, su nueva vida.

Y él estando en esa soledad que jamás creyó conocer.

El universo al ver el esfuerzo de Dio, ver que sin necesidad de nadie más logró forjar un pueblo y una familia, le concedieron el título de Dios, el dios de los cielos. Incluso gracias al amor con el que hizo a sus criaturas, les dio alas para que no tuvieran la necesidad de usar sus piernas, inteligencia, inocencia y sobre todo el don de procrear.

Dio siempre estaría agradecido con el universo por los regalos que le fueron brindados a él y a sus hijos. Con o sin Luz tenía que ser feliz.

Aunque pensaba en su hermano todos los días.

A Luz le fue tan bien como a su hermano, recibió su título de Dios de la tierra, y algunos regalos para sus criaturas. Sólo que ellos estaban más propensos a caer en las tentaciones, a pecar

El odio que Luz aún sentía por su hermano logró afectar a sus hijos y ellos pagarían el resto de su vida los errores. Odio, rencor, castigos, muerte, malos pensamientos, acciones deshonestas... Luz no dijo nada y solo aceptó lo que el universo le dio, orgulloso de lo que tenía.

Y sus hijos aprenderían a vivir con todo lo malo, serían lo suficientemente capaces para no dejarse vencer a la primera.

Ambos cumpliendo sus sueños lejos del otro, pero en el mismo lugar.

 Dio con su especie que llamó ángeles por ese rostro angelical e inocente con el cual contaban. Luz con los suyos, a los que llamó humanus por el material que uso para crearlos.

La evolución de ambas especies alegró mucho a los hermanos, el proceso de la vida no fue decisión que ellos tomarán y sólo les quedó dejarlo de lado y seguir como hasta ahora.

Ambos satisfechos con sus logros.

Hasta que una misión hizo que dos hermosos seres se conocieran, que dudaran y al final nada les importara, porque al final los problemas de los padres nunca pasan a los hijos, ¿Verdad?

á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖á𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora