¿𝑢𝑛 á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑦 𝑢𝑛 ℎ𝑢𝑚𝑎𝑛𝑜? [OO3]

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Liam estaba siendo lo menos sospechoso posible, se encontraba escondido detrás de una de las nubes que hasta el momento era la más grande de todas. Veía a los escoltas ir de aquí para allá cuidando el lugar, la sonrisa de los ángeles era amigable pero ¿Qué dirían al ver a Liam fuera de su casa? 

Solo tenía que esperar a que dieran las dos para que hicieran el cambio de escoltas, y eso le daría cinco minutos para bajar lo más rápido que sus alas pudieran ayudarlo para llegar a la tierra para que nadie lo notará. Esperaba que Haniel y Raguel tampoco.

Hoy vería de nuevo a Zayn, tal vez era descortés llegar sin antes haber avisado pero no podía con las ganas de verlo de nuevo. Era una sensación rara, su cuerpo comenzaba a temblar al sólo recordar al que creía ahora su amigo, su corazón se ponía fuera de sí y sus manos sudaban. No lo entendía, y si era sincero le gustaba un poco las nuevas emociones que estaba experimentado.

¿Eso también le pasaba a Zayn?

Esperaba que él también le pudiera dar respuestas sobre eso, jamás se había sentido así. Aunque tal vez fuera porque no tenía amigos, todos siempre estaban ocupados como para convivir con Liam.

Las dos de la madrugada llegaron, los escoltas siguieron su camino de regreso al pueblo sin esperar a que los otros llegarán. Así era en el cielo, porque los problemas ahí eran escasos, tampoco se sabía de muchos que quisieran cortar esa línea que los dividía.

 Liam sin ver atrás bajó sacudiendo sus alas y aferrando su morral en las manos para que no fuera a pasarle nada, los rizos del castaño se movían rozando su cara y tapando su vista, pero eso le daba más risa, una sensación de libertad para nada conocida.

Llegó a la casa del moreno, sabía que Zayn estaría dormido porque hacía dos horas que se había acostado. Tal vez y sonaba un poco obsesivo de su parte el haber estado observándolo detrás de su nube hasta que fuera a la cama, pero no sabía que más hacer para perder el tiempo y verlo tan en paz le había hecho feliz. 

Atravesó la ventana y se acercó al bulto que estaba en la cama, Liam disfrutó el rostro pacífico del chico; la luz de la luna entraba por un orificio de la cortina, iluminando el rostro del hombre que se veía tan hermoso, su rostro era mejor que las obras de arte que presentaba Azrael los sábados en la fuente central del pueblo.

Sus ojos no se podían apartar de la imagen que tenía enfrente, le gustaría demasiado en ese momento tener su cámara de rollito para así poder sacar unas cuantas fotos de lo calmado que se encontraba, pero eso sí era demasiado para lo que debía. Incluso su respiración se había vuelto pesada, podía escuchar claramente el golpeteo de su corazón en sus oídos, sus manos también habían comenzado a sudar de nuevo haciéndolo sentir nervioso.

No le gustaba, no, no.

Los ojos de Zayn se abrieron revelando ese color chocolate que había hipnotizado a los mieles de Liam. El moreno no se asombro de verlo frente a él, es como si lo estuviese esperando, ya que en cambio le regalo una sonrisa que Liam podía jurar echaba fuegos artificiales porque se sentía tan emocionado con ello.

—Lo siento, me tomé el atrevimiento de venir a verte para que podamos seguir conversando, te dormiste y ahí quedó todo, y yo no quiero eso, creí podríamos ser amigos. — Sonrió mientras sus alas aleteaban con más fuerza. — Nunca he tenido uno y quisiera que tú lo fueras. Mi vida en el cielo se basa solo en Raguel, Haniel y Padre Dio, aunque seamos muchos en casa no todos gustan de tener a mi pequeña familia a su lado, pero eso no importa. —Movió sus alas hasta estar sentado arriba de la mesita de noche del moreno. —La forma en la que tus ojos comenzaron a brillar ayer me atrapó, es como si mi cuerpo no quisiera estar lejos de la tierra, lejos de este lugar o de ti... —Habló sin pensar, los ángeles no decían mentiras y Liam era un ángel muy sincero en ocasiones.

á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖á𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora