𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠 [O1O]

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El domingo había llegado, hoy era el día de descanso del moreno y Liam iría a visitarlo sin tener que seguir esperando la noche o esperar el cambio de los guardias. 

Había decido no ir ayer y pensar que era lo mejor para ambos. No sabía si Zayn quería ir con él al cielo o él tendría que tomar el lugar como un humano. Sonaba tan fácil pero a la vez no lo era.

De una u otra forma ambos tenían que adaptarse al mundo del otro.

Él no quería dejar su vida como ángel, mucho menos a sus hermanos y sí Zayn no quería dejar su vida como humano, tendrían que buscar una forma para que ambos fueran felices. Fuera como fuera, porque él no quería desaparecer de su vida, tampoco podría.

El hilo rojo no se rompía, podía enredarse pero nunca romperse.

Haría lo que fuera necesario para estar juntos, así sea una vida diferente. 

De seguro Zayn ya estaba enterado de todo, esperaba que para este momento sus pensamientos fueran otros.

Sin mirar atrás, bajó del cielo tomándose el tiempo necesario para apreciar el viento en su cara y cuerpo, de disfrutar de esa sensación de libertad que le brindaba volar. Pero no podía comparar eso con Zayn, todo era tan diferente al estar juntos.

El hilo rojo siempre fue la razón por la cual sus sentimientos eran tan fuertes, el por qué de su enamoramiento tan rápido. Siempre había sido eso.

Y ahora a solo unos metros de la casa del moreno no podía encontrarse más que feliz por tenerlo para él. El universo le había puesto al hombre más maravilloso en su vida y aunque no supiera mucho de él no importaba, tendría una vida entera para aprender cada uno de los detalles más mínimos de él morocho. Solo tenía que decir que sí.

Quería creer que ya no había error, que su cabeza no se equivocaba cuando decía que valía la pena.

Entró buscando a Zayn, no se encontraba en su habitación por lo cual siguió su camino hasta la cocina/sala donde el cuerpo del moreno ya hacía en uno de los sillones, se acercó para asegurarse de que estuviera bien y sólo estuviera dormido. Y al encontrar con su respiración calmada pudo respirar tranquilo. Cambió el cojín que estaba puesto en su cabeza por sus piernas, y se quedó ahí acariciando su rostro y cabello esperando no ser molesto.

No quiero que abandones a tu familia solo por mí, yo lo único que quiero es que seas feliz.

Aunque lo dijera muchas veces, el rostro del moreno le parecía hermoso, todo en él le parecía arte que no podía ser apreciado por los humanos. Su belleza no era como la de todos ellos, esta era especial, fuera de todo lo que se podía ver ahí. Él podía decir con la mayor seguridad que era un ángel, uno hermoso, mucho más que Khamael, Cassiel o Set, los ángeles que estaban retratados en el palacio al ser los de rostro más bello en su pueblo. 

Pero sentía que Zayn incluso podía competir con su belleza o tener un cuadro suyo al lado de ellos.

Los párpados del moreno se abrieron, revelando esos hermosos ojos mar chocolate que le robaron la respiración por unos segundos. Él talló sus ojos y se enderezó. Liam sólo bajó su cabeza a sus manos, sus alas picaban por mecerlo.

No dijo nada, estaba esperando que algo saliera de sus labios, cualquier cosa, aunque fuera un "vete" él lo aceptaría. Pero si le hubieran dicho que terminaría con los labios del moreno encima de los suyos no lo creería, pero aquí estaba, con el moreno tomándolo por las mejillas y con sus labios pegados a los suyos dándole un beso casto.

Su interior estaba chorreando brillos por donde sea, tal vez y estaba a nada de explotar de lo mágico que le parecía, ¡Su primer beso había sido con Zayn! ¡Zayn!

—¿Te gustó?— Preguntó el moreno al separarse de sus labios pero sin estar lo suficientemente lejos suyo.

Liam asintió tonto, era como si su cerebro se hubiese apagado y sólo había un ratón dando vueltas en una rueda. —Fu–fue lindo. —Había sido más que eso, era sólo wow.

Zayn sonrió de una forma que antes no le había mostrado, pero sin duda había hecho a su corazón latir como un loco por unirse con el suyo. —Me haces sentir un idiota, soy un idiota por hacerme creer que era fuerte y que tus dulces palabras no me transmitían nada, cuando en realidad me tienes de rodillas. — Liam parpadeó repetidas veces sintiendo calidez ahí dentro. —El destino nos ha unido para estar juntos de aquí hasta que llegue el día de nuestra muerte, de que muchos angelitos corran por nuestra casa vistiendo solamente batas color blanco y esas pequeñas alitas colgando de su espalda, ¡Por Luz! La imagen mental de eso es perfecta, una total delicia a la cabeza. ¿Estás dispuesto a amar para toda la vida a este humano que sólo sabe decir tonterías?

Liam tenía sus ojos llorosos, era lo que todo lo que quería escuchar. Angelitos. —¿Y tu familia, Zayn? ¿Piensas dejarlos a todos ellos solo por mí?

—Dios Luz dijo que encontraríamos la forma de seguir en contacto, podremos decir que me fui de la ciudad porque conseguí un trabajo en donde ganaré más, o que conseguí un novio y me iré para estar a su lado. 

Acarició sus mejillas con la yema de sus dedos sin despegar sus miradas.

—¿En serio? —Sonrío en grande, Zayn asintió robándole un pequeño beso. —¿No encuentras ningún problema con ello? Te irás lejos de todos y sólo los verás una que otra vez, no me parece justo que tengas que sacrificarte de esa for– —Zayn lo cortó robando otro beso de sus labios, está vez uno más tardado y con más sentimiento.

—A mi madre solo la veo tres veces al año con suerte y por más que quiera a mis amigos, pondré mi felicidad por encima de ellos, que me vaya de aquí no quiere decir que no volveré a verlos o dejaré de esta en contacto con ellos. Lo que quiero es que tú y yo seamos felices, quiero que me muestres cada uno de los lugares que son especiales para ti, quiero que veamos las estrellas desde lo más cerca mientras me guías con tu mano, quiero que me presentes a tus hermanos como tu novio y futuro esposo, quiero que te dejes hacer el amor mientras una de las nubes es nuestra cama, el viento nuestra música, tu cuerpo y el mío la letra. Ya lo he decidido, Liam, esta noche dejaré todo atrás para disfrutar de nuestro presente. 

Liam lo abrazó con fuerza, restregando su nariz en su cuello, de sus alas brotaban brillos de lo deseosas que estaban y sus mejillas ya habían manchadas de los mismos color plata.

—Ayy, Zay, te amo, no necesito esperar mas para poder decírtelo. No solo es gracias al universo, sino también a mi corazón que te ha elegido como suyo. —Subió su cabeza dejando que sus labios probarán los del otro sin pena alguna, sus alas los envolvieron llevándolos a un lugar donde solo existían ellos.

"Yo también te amo" pero Zayn decidió guardárselo, en otro momento podría decírselo, ahora tenía los labios del castaño sobre los suyos compartiendo su cuarto beso de los miles que aún faltaban por llegar, debía enfocarse en ello para expresarle todo su amor por medio de sus labios.

Después se lo diría con palabras.

Ellos no se dieron cuenta, pero desde el dedo meñique del castaño, aquel que estaba encima del hombro del morocho, se dibujó una línea color rojo que iba hasta la mano de Zayn, enrollándose en su dedo meñique, formando su unión aún más fuerte.

Cómo debió ser desde un principio, sin error alguno, uno al lado del otro.

á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖á𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora