𝑑𝑢𝑒ñ𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑠 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 [OO7]

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Zayn estaba sentado en su oficina, donde se suponía que debía de estar terminando el papeleo con el número de ventas del día, pero su compañera lo había dejado para irse por un café y si era sincero no tenía nada de ganas de terminar de sacar las cifras de las ventas, él solo quería llegar a su casa, ducharse, para después esperar a que ese dulce ángel con cabello castaño atravesara su ventana y le diera una de esas sonrisas hermosas que tenía.

No podía sacarlo de su cabeza, tampoco quería que fuera así pero era un distractor muy grande para él y su trabajo. No podía con ello, sus pensamientos ya no eran suyos, sino de un ángel hermoso.

— ¿Avanzaste? —Hazz llegó con el café en una de sus manos, Zayn negó para escuchar el bufido molesto de ella. —¡Andas muy flojo! Estos últimos días he sido yo la que termina haciendo todo, ¿Qué es lo que te tiene tan perdido?

—No es nada. —Se encogió de hombros. No tenía porque saber la verdad, no es como si fueran muy unidos al final de cuentas.

Mucho menos sabía si podía hablar de su ángel con los demás.

—No soy mensa, sé que algo debe de estar pasando contigo como para que estés de esa forma. —Lo apuntó con su dedo índice. —Y lo averiguaré.

—Mucha suerte con ello. 

No le gustaba que Hazz se metiera tanto en sus cosas, porque sí, son amigos, pero eso no le daba el derecho de meter su nariz donde no la llamaban. 

Al final no pudo mantenerse concentrado en todas esas cantidades así que le dejó el trabajo a su compañera, que claramente no estaba muy satisfecha con ello. Él podía admitir que ella era buena en eso, la forma en la que su cabeza calculaba todo muy rápido y sin equivocarse, y su forma de escribir con tanta fluidez era de mucha ayuda. La admiraba en cierta parte.

La había conocido cuando llegó a la empresa, su trato hacia él fue uno de los mejores y su comunicación como compañeros era buena. 

Y ella había terminado siendo el hilo rojo de su mejor amigo. Louis la conoció dos meses después de su llegada, ambos sintieron ese tirón al verse, donde quedó claro que ambos eran el uno del otro, todo romántico.

Bueno no, pero después de eso todo tomó un color muy dulce y algo molesto, pero le gustaba lo feliz que ambos estaban siendo después de eso, de sus citas y de sus pequeños roces en su casa.

Le gustaba la relación que ambos llevaban, también estaba feliz por su amigo al haber encontrado a su hilo rojo, pero le había dolido que él tuviera la oportunidad de estar con el suyo y el siguiera ahí esperando algo que ya no podía ser.

Pero ahora le daba igual, ya no le dolía el saber que ella no estaba más con él. Pero, ¿No se suponía que debía de doler aún? Se trataba de su hilo rojo, la única persona que podría llenar aquel lugar... Debía de ser diferente. Ni siquiera se había tomando el tiempo suficiente para pensárselo. Su cabeza y todo él estaba más ocupado en un ángel que en su hilo rojo muerto. ¿Es que así era cuando moría?

Porque de todos modos no podía hacer nada para regresarla a la vida, porque ni siquiera la había conocido.

Aunque lo prefería de esa manera, sin preocupación alguna, no era el primero ni el último humano sin su hilo rojo, y el hecho de que su corazón lo aceptará era mejor.
¿Pero que haría con todo eso que siente por el ángel si sabe que jamás podrán romper esa barrera?

—Hazz, ¿Qué sentiste al ver a Louis por primera vez? —La sonrisa que apareció en el rostro de la rizada, hizo que en el suyo también creciera una.

Sus ojos comenzaron a brillar, y su mirada estaba clavada en las libretas de su escritorio.

—No te lo puedo describir con sólo una palabra, fue una bomba de emociones que estalló dentro de mí.— Su voz se escuchó bajita, con ese tono de felicidad que le gustaba. — Por mí cabeza solo podía pasar lo hermoso que era el hombre enfrente de mí, la sonrisa en su cara tan linda y esos ojos azules que me recuerdan tanto al cielo en un día nublado. —Soltó un suspiro enamorada recargando su cabeza en su mano. —Era como si mi corazón y todo mi cuerpo solo supieran de la existencia de él y solo él, es perfecto, perfecto para mí. —Cerró sus ojos como si estuviera recordando aquel día. 

→ Cuando sus ojos azules encontraron los míos pude sentir esa conexión y eso que nos unía, era como si ambos estuviésemos esperando el uno por el otro sin saberlo. La forma en la que sus ojos se achicaron y se acercó, fue tan especial y único.

Zayn arrugó un poco su nariz por el olor a dulce que desprendía la rizada, el ambiente meloso en el que se había convertido la oficina lo hacía sentir incómodo en cierta parte.

Aunque era extraño, él con la única persona que había experimentado emociones tan fuertes había sido con Liam, Y asumía que era por el tiempo que convivían. 

Ni siquiera la primera vez que pensó que había encontrado a su otra mitad le sucedió lo mismo. Era sólo Liam el que le robaba los pensamientos, el que lo alteraba y deseaba.

En solo una semana había logrado causar tantas cosas en él, más que nadie.

Y no era su hilo rojo.

Y también le enojaba en cierta parte.

Dejó a Hazz seguir soñando mientras él iba al sofá, se acostó con su mirada puesta el techo. Sin haberlo previsto, ahora se imaginaba a él en el lugar de Louis y a Liam en el de Hazz, tan especial y adorado.

Como si todo en ellos estuviera conectado.

[...]

—¿Tus hermanos tienen pareja? —Preguntó interesado mientras veía a Liam llevar la hamburguesa a su boca.

El castaño negó tapando su boca con su mano. —Ambos están solteros, Raguel gustaba de Arcángel, uno de los escoltas de la noche, pero no llegaron a más y lo último que supe fue eso porque Ragui dejó de mencionarlo. —Se encogió de hombros. —Creo que ahora él tiene pareja, no lo sé. Y Haniel dice que es feliz soltero y que cuando sea el momento encontrará a alguien.

—¿Y tú? ¿No hubo un ángel que llamara tu atención?

—No, siempre he pensado que son lindos pero nunca me han interesado como para ser mis esposos. Me gusta ver la relación que tienen los adultos y como cuidan a sus hijos, es tan linda la forma en la que se siguen mirando después de años. Aunque no había pensado en eso, hasta ahora... —Lo último lo susurró sin apartar su vista de él. Sintió como sus mejillas se encendían y una sonrisa comenzaba a crecer en su rostro.

—Sigues siendo un ángel muy pequeño para pensar en eso.

—Algunos ángeles al cumplir la mayoría de edad se casan y tienen bebés, no existe una edad adecuada para formar una familia, eso sólo sucede. Yo puedo esperar hasta que estés listo. —Sonrió, alrededor de sus ojitos se hicieron unas arruguitas.

Zayn quitó su vista de Liam, sus mejillas se sentían aún más calientes y su corazón alborotado. —Tendrás que esperar mucho entonces.

—Puedo hacerlo, no me rindo tan fácil. —Trató de guiñar uno de sus ojos pero falló cerrando ambos. 

Zayn rio por ello mientras apartaba su vista del castaño.

Comenzaba amar todo lo que tenía que ver con su angelito, lo paciente que era al comer, la atención que le daba, su emoción por cualquier mínima cosa, sus rizos alborotados, sus mejillas rosadas, sus labios rojitos y gorditos... Todo.

Y tal vez él quería una vida con ese ángel castaño en un futuro. Solo tenía una cosa que hacer.

—¿Quieres tener una cita conmigo? —Y cuando vio los ojos del angelito brillando de amor supo que había hecho las cosas bien.

[...]

Trataré de que no sea una historia muy larga pero tampoco muy corta, pero como no soy fan del relleno haré lo posible porque sea lo necesario.

¿Hay alguna duda? ¿Les sigue gustando? :3

á𝑛𝑔𝑒𝑙 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖á𝑛Where stories live. Discover now