¿Observando u observada?

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Jade


Habían pasado dos días desde que salí del hospital, no había querido salir a ningún lugar, tenia miedo —aun lo tengo—, James llamo a la universidad para avisar que no podría asistir, la verdad no sé qué les habrá inventado, pero era lo de menos ahora mismo.

De hecho, a partir de ahora él se encargaría de llevarme a la universidad y recogerme, me lo había dejado claro esa noche.

Había comenzado a comportarse diferente, mas atento, me gustaba eso, estaba bajando la guardia, eso lo sabía, pero, no me importaba mucho, era lo que había buscado eso estos meses, su atención. La forma de obtenerla, no había sido como yo quería, pero, resulto.

Pero también, me abrumaba, sabía que quería saber con exactitud que había sucedido y aun que no preguntara o sacara el tema lo sentía; pero no estaba lista aun para hablar de ello.

Una parte de mí no quería ir aun a la universidad, pero la otra me decía que no podía darme ese lujo en mis primeros días de mi último año.

Así que, me había levantado temprano para tomar una ducha, no hace mucho había salido y James había entrado, él también había faltado a su trabajo a pesar de que escuche como su compañero lo reñía diciéndole algo de un caso importante que tenían que resolver, tampoco quería que tuviese problemas en su trabajo por mi culpa.

Camine a mi tocador que se encontraba en una habitación pequeña que era mi pequeño espacio, había decorado como a mi me gustaba ya que no podía hacerlo en todo el departamento, aquí tenía lo que había traído desde California, no había sido mucho, tenia que regresar en algún punto, para dirigir la empresa de papá y eso sería terminando la universidad.

Por el momento no quería ser agobiada por los medios de Los Ángeles, para saber en que rumbo tomaría, Benjamín —un empleado y viejo amigo de papá— era quien la dirigía temporalmente, no me preocupaba nada de eso por el momento, sabía que él estuvo en muchas decisiones que se tomaron para el bien de la compañía, así que fue el mejor candidato.

El sonido fuera de la habitación me saco de mis pensamientos y seguí con lo que estaba, mientras buscaba una gargantilla sencilla, encontré en uno de los cajones mi aniño de compromiso y de bodas, hacia semanas que no los usaba, pero creo que debería hacerlo, estoy casada con el hombre que esta fuera de la habitación que me esta tratando con tanta gentileza y paciencia.

Termine de arreglarme, para cuando salí, James ya tenía el desayuno listo, lo que me hizo sonreír.

—No estoy seguro que tengan un sabor agradable, quedas advertida. —no pude evitar soltar una carcajada.

—No creo que este tan mal. —di el primer bocado, él me observo atento ante mi reacción, me sorprendió el hecho de que estaba delicioso, al parecer mi rostro lo contemplo muy bien lo que pensé porque escuché una carcajada de fondo.

Continuamos desayunando sin decir nada más, creo que lo estaba haciendo para que asimilara que era hora de volver a la realidad.

Estábamos apunto de salir por la puerta del departamento cuando regreso a una habitación que era algo así como su oficina, tenía un montón de archivos y fotos de casos que esta resolviendo o que ya resolvió.

Nunca me ha interesado mucho saber en los casos que esta involucrado, creo que para mí sería un desgaste físico y emocional, penar en personas que pueden hacerles daño a otras, así que jamás pregunto por ello.

James no tardo mucho y para cuando volvió había traído algo, no pude apreciarlo hasta que extendió su mano a mi y vi un arma de fuego.

Lo mire estupefacta.

Agente JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora