Connor Wells.

83 20 6
                                    



James



Me encuentro realmente cansado, son al parecer las tres de la mañana he estado dormitando un poco, Jade se encuentra recargada en mi hombro con los ojos cerrados intentando dormir, nos encontrábamos solo nosotros a el hermano de Wells lo habían dejado estar en la habitación para que estuviera más tranquilo, casi le había rogado al doctor a cargo.

Me sentí algo mal por el hecho de sospechar de él, quizá también lo hice para sentir que estaba cerca de encontrar al spotter, Wells no se merece que sospeche de su hermano y mucho menos ahora que está ahí tirado en una cama de hospital por culpa de ese bastardo que se burla de nosotros.

Por suerte logramos recuperar ciertas cosas de esa casa, ahora mismo los de informática están viendo que pueden rescatar de los discos duros de las computadoras encontradas en la casa.

Mi cabeza había dejado de sangrar hacia varias horas, no permití que el cuerpo médico me revisara, preferí que la atención fuera centrada en mi compañero, ahora la sangre se encuentra seca en mi frente y algunas otras partes de mi cuerpo, me dolía todo y no solo por el hecho de llevar horas sentado aquí, algunos escombros de la casa habían caído sobre mi y ahora que la adrenalina había bajado comenzaba a sentir el dolor.

No hubo mas herido que nosotros por el hecho de que Wells nos aviso a tiempo para salir de ahí, sabía que debíamos estar preparados para lo peor, tener en cuenta que no era posible que pasara la noche y eso hacia que mi cuerpo se tensara cada vez más con el pasar de las horas, tan solo esperando que un doctor saliese a darnos la noticia, he estado pidiendo de que no sea así, es un muy buen hombre para que muera así nada más.

Sentí como Jade comenzó a removerse gire mi rostro y vi como sus ojos se abrieron para volver a cerrarlos, se que esta incomoda, aunque le dije que se fuera a casa a descansar no quiso hacerlo.

Me había dado un vuelco el corazón cuando la vi con la cara llena de angustia, cuando me abrazo ni siquiera puedo explicar como me sentí, pero fue un buen sentimiento.

Se volvió a remover y volvió a abrir sus ojos, se los froto y oculto un bostezo, su mirada se dirige a mi rostro para después desviar los ojos a mi frente, en ese momento su entrecejo se arruga y levanta su mano acomodando mi cabello en donde esta la herida.

—Ven, vamos a limpiar eso. —se levanto del asiento tomando mi mano guiándome por los pasillos del hospital.

—¿A dónde?

—Al baño. —dijo dirigiéndose a este como si fuera obvio.

—No creo que me peritan entrar al baño de mujeres.

—Son las tres de la mañana no creo que alguien se de cuenta.

—Podríamos hacer otra cosa si lo prefieres. —negando con la cabeza me sonríe.

—Lo tendré en cuenta. —mi sonrisa se ensancha mientras entramos al baño. Jade toma una toalla limpia de una pequeña pila de estas, la remoja un poco y se acerca a mí. —Déjame ver eso. —dice pasándome la toalla húmeda por la frente cuando la retira de esta puedo apreciar que esta manchada de sangre.

Ni siquiera me había tomado el tiempo de revisar que tan grave era lo que tenía en la frente o si necesito puntadas, sabia que gran parte de mi rostro estaba llena de sangre lo podía sentir, pero no me había visto para comprobarlo, estuve más preocupado por Wells.

Durante unos minutos siguió limpiando sin decir nada.

—Creo que si necesitaras sutura en esa herida. Debemos ir con un doctor. —estaba a punto de negar cuando volvió a hablar. —No es una sugerencia. —dijo algo mas demandante que por alguna razón me encanto como sonó siendo una mandona.

Agente JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora